Taty Castellanos ha recorrido un largo camino desde sus inicios hasta convertirse en una figura destacada en la selección argentina. Su historia es un ejemplo de perseverancia en el fútbol.

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Taty Castellanos, conocido cariñosamente como el 'Salmón', ha sorteado obstáculos en su carrera deportiva al nadar a contracorriente, desafiando las normas del mercado de fichajes.

Aunque no fue considerado inicialmente por Lionel Scaloni para la reciente convocatoria de la selección argentina, su inclusión entre los 28 convocados para las eliminatorias de septiembre resalta su creciente relevancia en el fútbol.

En la lista, no hay lugar para el gran Lionel Messi, pero la presencia de Castellanos se siente como un aire fresco en la Scaloneta.

Nacido en Mendoza en 1998, Castellanos comenzó a jugar al fútbol a una edad temprana.

A los cinco años se unió a una escuela que aceptaba a chicos a partir de los ocho y, debido a su talento, hicieron una excepción.

Desde entonces, en la Liga Mendocina se destacó como un jugador prometedor.

Sin embargo, su camino al estrellato no fue fácil.

En su primer intento en River Plate, regresó sin éxito tras una segunda prueba porque el ojeador que lo había aprobado ya no estaba.

Luego, Lanús le cerró las puertas al considerar que su físico no era el adecuado para el deporte.

A los 16 años, tras varios rechazos en Buenos Aires, Castellanos decidió marcharse a Chile en busca de una oportunidad.

Su vida dio un giro inesperado cuando el entrenador de juveniles del Club Murialdo, Tony Torres, se puso en contacto con Diego Rivarola, gerente deportivo de la Universidad de Chile.

Taty se trasladó a vivir con su padre, a quien no veía desde hacía siete años.

Este reencuentro familiar fue crucial para su vida personal y profesional, y cada vez se sentía más arraigado en el fútbol chileno.


A pesar de no haber encontrado su lugar al principio en el fútbol chileno, su perseverancia lo llevó a un club modesto en Uruguay, el City Torque, que pertenece al City Group, un conglomerado que controla varios equipos de fútbol a nivel global.

En Uruguay, rápidamente destacó y, en solo seis meses, ayudó al equipo a ascender a la Primera División.

Allí, se definiría su posición como centrodelantero, lo que lo convertiría en un goleador nato.

Su talento no pasó desapercibido.

Fue captado por Domenec Torrent, quien lo llevó a la MLS con el New York City FC. Aunque el entrenador le hizo saber que no podría quedárselo por mucho tiempo, esto no hizo más que motivar a Castellanos a seguir mejorando.

Durante su tiempo con el club estadounidense, acumuló impresionantes estadísticas, anotando 59 goles y brindando 24 asistencias en 134 partidos.

Luego de su paso por el New York City, el Girona de España se interesó en Castellanos, quien finalmente mostró su talento al mundo al marcar cuatro goles contra el Real Madrid.

Este hito lo catapultó a la fama y lo llevó a ser considerado nuevamente por la selección argentina.

Recientemente, Castellanos dio el siguiente paso en su carrera al unirse a las filas del Lazio en Italia, donde espera continuar su trayectoria ascendente y cumplir sus sueños en el fútbol.

Su historia es un testimonio de la importancia de la perseverancia y la paciencia en la búsqueda de los sueños, cualidades que lo han llevado a ser parte del equipo argentino que busca su cuarta estrella en el próximo Mundial de 2026.