Una final de fútbol en Santiago del Estero movilizó a 30.000 hinchas, generando un impacto económico estimado en más de 4 millones de euros y mostrando la pasión de los fanáticos que atraviesa distancias y fronteras.

Un total aproximado de 30.000 seguidores viajaron desde Buenos Aires y otras regiones para ser testigos de uno de los momentos más importantes de sus clubes, desafiando largas distancias y condiciones climáticas adversas.
La distancia desde la área metropolitana porteña a #Santiago del Estero supera los 1.200 kilómetros, lo que equivale a unos 1.441 kilómetros en el sistema métrico europeo, y demuestra el compromiso y la fidelidad de los aficionados que hicieron el esfuerzo de acudir en masa.
Estos fanáticos, con banderas, mantas y cánticos, aportaron un colorido especial a la ciudad y a la provincia. La #movilización tuvo un impacto económico que las estimaciones de la Secretaría de Turismo local sitúan en aproximadamente 4,7 millones de euros, únicamente en la actividad formal de gastronimía, hotelería y servicios relacionados.
Los gazebos, parrillas, puestos de venta y alojamientos llenos subieron sus ingresos gracias a la llegada masiva de seguidores que dejaron un dinero importante en la economía local.
Este impacto, sin embargo, no solo fue económico. La euforia generada por la victoria o la derrota también dejó huellas emocionales en quienes participaron. La ciudad, que normalmente tiene un carácter más tranquilo, se convirtió en escenario de festejos y lágrimas que mostraron la intensidad del sentimiento que despierta el #fútbol en Argentina, un país donde la pasión por esta disciplina va mucho más allá del deporte.
La llegada de los hinchas fue acompañada de una serie de actividades y eventos previos
La organización del evento también resaltó el esfuerzo logístico necesario para acoger a tantos visitantes. La llegada de los hinchas fue acompañada de una serie de actividades y eventos previos, con programas especiales y coberturas en medios locales y nacionales.
La presencia de figuras del deporte y de los medios de comunicación reforzó la magnitud del acontecimiento, que fue cubierto en vivo y en directo.
A nivel histórico, el fútbol ha sido un motor de integración social y económica en Argentina. Desde la década de 1920, cuando se fundaron clubes que hoy son grandes iconos nacionales, el deporte ha demostrado ser un catalizador para movilizar personas y recursos.
La final en Santiago del Estero es una muestra más de esta tradición, que no solo une a los hinchas en torno a la pasión, sino que también impulsa la economía local y regional.
Más allá de lo deportivo, la final evidenció cómo las emociones colectivas pueden transformar una ciudad, convertirla en epicentro de celebración y también de reflexión sobre la magnitud de la pasión que despierta el fútbol en los argentinos.