Javier Mascherano habla sobre los momentos difíciles posteriores a la eliminación de la Selección Argentina en el Mundial Sub-20, señalando que quiere pasar tiempo con su familia y reflexionar sobre su futuro.
Javier Mascherano, el entrenador de la Selección Argentina Sub-20, se presentó ante los medios con un semblante visiblemente afectado tras la sorpresiva eliminación de su equipo en el Mundial Sub-20. En declaraciones realizadas en la zona mixta del estadio Matmut Atlantique de Burdeos, donde Argentina fue derrotada por Francia en los cuartos de final, Mascherano mostró su preocupación por el futuro.
"No sé qué pasará conmigo en adelante.
Mi prioridad ahora es regresar a casa y ver a mis hijos, a quienes extraño profundamente", comentó el director técnico después de la medianoche en suelo francés.
La continuidad de Mascherano en su cargo depende de múltiples factores, pero cuenta con el apoyo del presidente de la AFA, Claudio Tapia.
A pesar de la amarga eliminación, el exfutbolista expresó resignación al afirmar que "uno se va dando golpes contra la pared varias veces". Además, dejó entrever que el próximo desafío es el torneo Sudamericano que se llevará a cabo en Perú a inicios del año siguiente, torneo que ofrecerá cuatro plazas para el Mundial de Chile 2023.
El rendimiento del equipo fue, en general, decepcionante.
Aunque en el último partido ante Francia se mostraron algunas mejoras y un buen juego en un ambiente hostil, la frase que resuena en el entorno argentino es que eso no alcanzó para avanzar.
El principal error del equipo fue no clasificar en el primer lugar de su grupo, lo que les llevó a enfrentar al país anfitrión en los cuartos de final, una situación que pudo evitarse si hubieran sumado más puntos frente a Marruecos, lo que terminó siendo crucial para su eliminación.
"Estábamos muy optimistas y creíamos que las condiciones estaban dadas para avanzar lejos en el torneo.
Estoy agradecido a los jugadores más experimentados que aportaron su apoyo, así como a los más jóvenes que siempre mostraron buena disposición", indicó Mascherano.
En su reflexión, mencionó que el fútbol tiene altibajos y que, a pesar de los esfuerzos, a veces no se logra el resultado deseado.
"La Selección argentina siempre va a buscar el triunfo, generando situaciones y tomando riesgos, que es lo que procuramos inculcar a los jugadores", añadió.
Sin embargo, uno de los puntos críticos del torneo fue la incapacidad de Mascherano para implementar de manera efectiva su visión táctica.
Intentó un enfoque ofensivo basado en el control del balón, que brilló en algunos momentos, pero también realizó demasiados cambios entre partidos, lo que generó confusión entre los jugadores.
Comenzó el torneo con un 4-4-2 contra Marruecos, luego cambió a un 4-2-2-2 ante Irak y terminó con un 4-2-3-1 frente a Francia, lo que generó críticas por la falta de claridad en el planteamiento.
Aunque Mascherano logró algunas modificaciones efectivas durante el torneo, hubo decisiones que han sido cuestionadas, como el escaso tiempo en el campo de juego de Claudio Echeverri, quien sólo disputó 17 minutos en total, anotando un gol ante Ucrania.
Al respecto, Mascherano defendió su estrategia, asegurando que los cambios fueron positivos en muchos momentos, pero es innegable que el bajo rendimiento inicial dejó al equipo lejos de sus expectativas.
Ahora, Mascherano tiene tiempo para reflexionar sobre su situación, en un contexto en el que ha sido objeto de críticas severas en redes sociales.
Sin embargo, es injusto culparlo totalmente por la eliminación, así como también lo es absolverlo de toda responsabilidad.
"Es difícil llegar a conclusiones inmediatas.
La falta de gol fue un factor determinante.
Al principio nos costó entrar en el partido, pero luego logramos asentarnos y tuvimos varias oportunidades para empatar", concluyó.