En un partido lleno de emociones y giros inesperados, Banfield logró rescatar un empate 2-2 contra Vélez Sarsfield, cortando así la racha de cinco victorias consecutivas del equipo de Liniers.

El encuentro, disputado en el Estadio Florencio Sola, estuvo marcado por un primer tiempo complicado para Banfield, que inició el juego dejando escapar una desventaja de 2-0, gracias a dos goles del delantero Bruno Sepúlveda.

Sin embargo, la historia del partido cambió drásticamente en la segunda mitad.

Vélez se mostró sólido en los primeros minutos del juego, logrando abrir el marcador a través de Francisco Pizzini, quien aprovechó un error defensivo del local.

El equipo dirigido por Gustavo Quinteros tuvo problemas evidentes en la defensa, lo que permitió a Vélez capitalizar desde el comienzo.

Tras un tiro de esquina fallido, el balón terminó en el área chica de Banfield, donde la defensa no pudo despejarlo y Pizzini aprovechó para anotar.

Un segundo gol llegó rápidamente, cortesía de Claudio Aquino, quien con un impresionante remate al ángulo aumentó la ventaja a 2-0. Este gol pareció dejar a Vélez en una posición cómoda para llevarse los tres puntos, especialmente porque apenas comenzaba la segunda mitad.

Pero, a pesar de la ventaja, la confianza del equipo visitante se desvaneció.

La resiliencia de Banfield comenzó a asomar tras un penal que podrían haber convertido en su primer gol.

Ignacio Rodríguez falló su tiro, parado en medio del arco por el arquero Marchiori, que tuvo una destacada actuación en la portería.

Sin embargo, el Taladro no se desanimó y continuó buscando su primera anotación.

Finalmente, el primer gol para Banfield llegó cuando Bruno Sepúlveda se elevó en el área para conectar un balón levantado por sus compañeros.

Este tanto avivó el espíritu del equipo local, quien contagió a sus fans con entusiasmo renovado.

El 2-1 trajo consigo una oleada de optimismo entre los hinchas, que empezaron a creer en una posible remontada.

El equipo local presionó, encontrando el segundo gol mediante otro extraordinario esfuerzo en equipo, donde Sepúlveda nuevamente fue el protagonista, logrando el segundo tanto después de un contraataque rápido que tomó desprevenida a la defensa de Vélez, empatando así el juego.

Este hecho dejó a Vélez con una sensación agridulce, pues pensaron que los tres puntos estaban asegurados.

A pesar de un final de partido emocionante, donde Banfield casi logra dar la vuelta al marcador, el encuentro terminó en un justo empate que deja a Banfield celebrando un punto conseguido de manera inesperada.

La importancia de este resultado radica no solo en la lucha por puntos en la tabla, sino también en la moral adquirida por el equipo local, que continúa su búsqueda por mejorar en este torneo.

Mientras tanto, Vélez necesita analizar cómo podrá cerrar mejor los partidos y asegurar victorias, en lo que será un reto para el entrenador Quinteros en la próxima semana.