Tras la derrota de Racing ante River en Rosario, se produjeron incidentes en el campo con enfrentamientos y insultos entre jugadores y cuerpo técnico, reflejando la tensión tras la eliminación en la Copa Argentina.

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Cuando el árbitro Hernán Mastrángelo pitó el final del partido, se desató un tumulto en el centro del campo, acompañado de insultos, empujones y gestos de enfado.

Por un lado, la mayoría de los jugadores de River celebraban frente a su afición, en tanto que en otra zona del campo surgieron enfrentamientos entre personajes destacados.

El Huevo Acuña, ex Racing, estaba muy exaltado y discutía con Adrián Balboa, quien le había escupido en la cara y luego le empujó. La situación se puso tensa, con insultos y empujones mutuos que obligaron a varios en el lugar, incluyendo a Marcos Rojo y a Diego Moreno, jefe de seguridad de River, apodado La Roca, a intervenir y separar a los implicados.

Incluso, Marcelo Gallardo, técnico de River, se vio en la obligación de mediar en la pelea. Acuña, visiblemente nervioso y con muchas ganas de agredir, fue frenado por Moreno, que logró contenerlo. En las imágenes transmitidas por televisión, se pudo observar cómo el delantero dirigía gestos agresivos hacia Balboa.

Un episodio que generó aún más tensión fue un comentario del hijo de Gustavo Costas, Gonzalo, dirigido a Acuña. Tras el triunfo de River, Gonzalo le dirigió un mensaje a Maxi Salas, ex River, diciendo: “Es un desagradecido, ahora que es campeón del mundo...”, en referencia a Acuña, jugador que se mostró molesto tras el partido.

Por otro lado, la tensión se centró también en Gonzalo Costas, ayudante de campo de Gustavo Costas. Se acercó a Maxi Salas, quien fue el autor del único tanto del encuentro, y le espetó: “Ahora que es campeón del mundo, quién se cree que es. Él es un desagradecido”, en clara referencia a Acuña. Salas, por su parte, prefirió no entrar en polémicas, pero sí se cruzó con Agustín Almendra, quien le realizó un improperio en pleno intento de saludo final.

En donde River logró una victoria importante ante Racing

El ambiente culminó con un cierre caliente en Arroyito, en donde River logró una victoria importante ante Racing. Salas, con un rostro de angustia, intentó mantener la calma y pidió explicaciones a Almendra, mientras otros jugadores de #Racing se interpusieron para evitar que la situación se saliera de control.

Tras el partido, Maxi Salas manifestó su postura a la prensa: “Siempre trato de mantenerme tranquilo, en las buenas y en las malas. Quedamos muy contentos con la clasificación, pero la atmósfera fue muy tensa. Fue un partido muy intenso, y en estas situaciones, la pasión del fútbol termina en estos momentos difíciles”.

Este episodio refleja la tensión que suele acompañar a los partidos decisivos en Argentina, donde la pasión por el fútbol termina a veces en pequeños enfrentamientos, sobre todo cuando se trata de encuentros con tanta carga emotiva como una eliminación en la Copa Argentina.