El equipo xeneize ha experimentado una notable recuperación en el Torneo Clausura, con una serie de triunfos que lo ubican en la segunda posición de la tabla, impulsados por cambios tácticos y un rendimiento destacado en defensa y mediocampo.

La dinámica actual resulta similar a la que vivieron en 2008, cuando bajo la conducción técnica de Alfio Basile, el equipo alcanzó una racha imparable que los llevó a obtener múltiples triunfos consecutivos, marcando períodos de fortaleza que quedarán en la memoria de los hinchas.
En la presente temporada, Boca arribó a la cuarta fecha en un escenario complicado, tras haber enfrentado a Racing Club. La derrota en aquel compromiso parecía poner en duda su rendimiento, pero el equipo logró revertir esa situación con una serie de victorias que consolidaron su recuperación.
En total, acumulan cinco victorias consecutivas, tras el empate en la última jornada contra su clásico rival, River Plate. Los resultados son evidentes: se impusieron con autoridad ante equipos como Independiente Rivadavia, Banfield y Aldosivi, en partidos donde la eficacia y la solidez defensiva marcaron la diferencia.
El entrenador #Miguel Ángel Russo implementó cambios estratégicos en el esquema táctico, ajustando la formación a un 4-4-2 que ha dado sus frutos.
La incorporación de Lautaro Di Lollo en la línea defensiva y el traslado de Rodrigo Battaglia al mediocampo aportaron equilibrio y solidez. Además, el regreso de Edinson Cavani a la ofensiva, tras su sequía goleadora, generó mayor confianza en el plantel. Russo, conocido por su estilo meticuloso y su capacidad para formar equipos sólidos, siempre apuesta por mantener un plantel competitivo, haciendo énfasis en la cohesión del grupo.
Uno de los aspectos destacados de esta recuperación es la capacidad de Boca para aprovechar las jugadas a balón parado. Desde la reimplantación de Paredes en el medio campo, el equipo ha mostrado una gran eficacia en las jugadas de pelota quieta. Hasta ahora, participa en la mayoría de los goles del equipo en este torneo, aportando asistencias y participando en remates peligrosos. La precisión en los tiros libres y córners, combinada con la efectividad en el juego aéreo, ha sido clave para romper defensas y sumar puntos importantes.
La confianza en el vestuario también ha sido esencial. Tras una racha de 11 partidos sin victorias, los futbolistas llevaron a cabo un diálogo interno para alinear sus objetivos y reactivar la motivación.
Sin la presencia del cuerpo técnico en esas conversaciones, los jugadores expresaron su compromiso y la voluntad de representar con orgullo la camiseta del club.
Las palabras de jugadores como Battaglia reflejaron la unión del grupo y el deseo de seguir en la misma senda.
Por otro lado, la defensa ha mostrado una solidez notable, con apenas tres goles en contra en lo que va del torneo. La incorporación de Di Lollo ha sido fundamental para fortalecer la línea defensiva y asegurar la estabilidad en las áreas. El arquero Agustín Marchesín, quien sufrió una lesión que lo mantuvo fuera de algunos partidos, espera recuperarse para estar en buenas condiciones para el próximo enfrentamiento contra Rosario Central, programado para el domingo 14 en Arroyito.
La recuperación del guardameta será clave para mantener la valla invicta y seguir afianzando esta fase positiva.
Boca Juniors ha sabido capitalizar su historia y experiencia
En definitiva, #Boca Juniors ha sabido capitalizar su historia y experiencia, implementando cambios que optimizan su rendimiento y reforzando la confianza interna.
La temporada todavía ofrece margen para seguir creciendo y aspirar a nuevos logros, con la mira puesta en mantener esta línea ascendente y consolidarse en las posiciones de vanguardia del torneo.