La carrera principal de la Fórmula 2 en Mónaco fue marcada por un espectacular accidente en la primera curva, que provocó múltiples abandonos y cambios en el podio final, con Jak Crawford emergiendo como ganador en un escenario caótico.

La carrera de la Fórmula 2 en el prestigioso circuito de Mónaco estuvo lejos de ser convencional. Desde el inicio, un accidente múltiple en la primera curva cambió radicalmente el desarrollo de la competencia. La largada, que prometía emoción, terminó en un caos total cuando once pilotos quedaron fuera en la misma maniobra. La imagen de dos banderas rojas en el día fue emblemática, obligando a detener varias veces la carrera para limpiar el circuito y reordenar a los competidores.
Este incidente tuvo su epicentro en la curva uno, donde Alex Dunne, que partía en pole position, tuvo un comienzo desafortunado. Victor Martins logró adelantarlo en paralelo, pero en la maniobra Dunne fue impactado y enviado al muro de Santa Devota, generando una montonera que involucró a la mitad del pelotón.
Este impacto imposibilitó la continuación de Dunne y Martins, además de eliminar a otros pilotos como Richard Verschoor, Gabriele Minì, Ritomo Miyata, Pepe Martí y Max Esterson.
La escena fue tan impactante que la carrera tuvo que ser interrumpida varias veces con banderas rojas, una práctica común en las competencias de resistencia y citas automovilísticas de alta dureza.
A lo largo de la prueba, otros acontecimientos relevantes sucedieron, como la salida de Dino Beganovic en la curva del Casino, un tramo muy conocido por ser uno de los más emblemáticos del circuito callejero más famoso del mundo.
La salida de Beganovic provocó un período de coche de seguridad y obligó a muchos pilotos a detener sus paradas en boxes, situación que aprovechó Jak Crawford para pegarse en la punta de la carrera.
En ese momento, el estadounidense lideraba la competencia por delante de Alfredo Fornaroli y Linus Lundqvist.
El desenlace final fue aún más rocambolesco debido a una sanción que afectó a Lundqvist. Luego de que la bandera roja indicara el fin oficial de la carrera, se informó que Lundqvist había sido investigado por exceder la velocidad en la calle de boxes.
La sanción de cinco segundos le fue impuesta, lo que le costó el podio y dejó a Sebastián Montoya, hijo del ex piloto colombiano Juan Pablo Montoya, en la tercera posición, logrando así su primer podio en esta categoría.
Montoya expresó su sorpresa, comentando: “Tuve que apagar el auto por un problema técnico y posteriormente, desde el avión, vi las luces rojas y me sorprendió no haberme dado cuenta antes”.
Dado que la duración de esta competencia fue menor del 50 por ciento del reglamento, no se repartieron todos los puntos habituales. En lugar de eso, a los nueve primeros clasificados se les asignaron puntos en orden descendente, siendo 13 para el ganador, 10 para el segundo, y así sucesivamente hasta 1 punto para el noveno.
Este tipo de carreras, consideradas de gran dificultad y riesgo, tienen un valor histórico en el automovilismo mundial. La Fórmula 2, como categoría de ascenso y antesala de la Fórmula 1, ha sido escenario de múltiples incidentes memorables y ha servido de trampolín para grandes pilotos del pasado y del presente.
La temporada actual en Mónaco, con su carácter impredecible y dramático, refuerza la esencia de esta disciplina y deja en evidencia lo peligroso y emocionante que puede ser todo en el automovilismo de alto nivel.
En conclusión, la carrera del Gran Premio de Mónaco de Fórmula 2 fue un ejemplo de cómo la destreza, la estrategia y a veces la suerte, pueden cambiar el destino de una competencia y de carreras que quedarán en la memoria por su caos y espíritu luchador.