El Gran Premio de Brasil ofreció momentos memorables a los aficionados argentinos a pesar de las inclemencias del tiempo y la decepción de Franco Colapinto tras su accidente.
El Gran Premio de Brasil no se desenvolvió como Franco Colapinto había imaginado, pero la multitud de aproximadamente siete mil aficionados argentinos presentes en Interlagos celebró el regreso de un compatriota a la Fórmula 1. A pesar de la lluvia que los sorprendió el sábado, del madrugón del domingo y de algunas fallas organizativas, el ambiente fue de alegría y fervor por parte de los fanáticos.
Durante el inicio del fin de semana, muchos de los argentinos que se acercaron a su primer Gran Premio tuvieron que enfrentar serios inconvenientes debido a la falta de información y a los retrasos en el acceso al circuito.
Alejo González, procedente de Tandil, expresó su frustración tras perderse la carrera Sprint, al relatar: "Estuve haciendo cola desde un poco antes de las 9 y logré entrar a eso de las 12. Fue muy decepcionante porque es bastante costoso venir hasta aquí".
Carlos, otro aficionado de Córdoba que organizó el viaje de un grupo de unas 20 personas, evaluó la organización del evento con una puntuación muy baja, señalando: "Desde el manejo del público hasta las decisiones en la pista, todo fue un poco desastrado.
Hay Grandes Premios que están mucho mejor preparados.
Sin embargo, la lluvia siempre agrega un elemento de emoción, aunque algunos equipos pelean con limitados recursos".
Después de la carrera, Colapinto tuvo la oportunidad de interactuar con sus seguidores.
Muchos de ellos lamentaron su accidente, pero también destacaron el hecho de que la cantidad de personas que lo apoyan es realmente impresionante.
Nicolás, ubicado en la tribuna de la recta principal, mencionó: "A pesar de que lamentamos la colisión, ver a tantos argentinos en la prueba fue increíble.
En la ciudad vi más camisetas de Williams que de cualquier otro equipo".
Uno de los viajantes, Alberto de Bell Ville, comentó que aunque Colapinto no pudo finalizar la carrera, la experiencia en sí valió la pena.
"Los recorridos eran muy buenos y disfrutamos de una parte maravillosa del circuito.
Aunque lo de Franco fue una pena, así son las carreras", resumió.
Algunos aficionados disfrutaron de su primer viaje a la Fórmula 1, por lo que el Gran Premio de Brasil resultó más accesible en comparación con otras competencias.
Guillermo, de Santa Fe, expresó su entusiasmo: "Es la primera vez que viajo a ver Fórmula 1 y el circuito es realmente hermoso.
A pesar de la lluvia que afectó el espectáculo, fue genial".
Luis de Córdoba, también un debutante en Interlagos, se mostró maravillado por la experiencia: "Para mí fue asombroso y emocionante.
Disfruté muchísimo a pesar de la lluvia y el accidente de Colapinto, me llevé recuerdos inolvidables". Orlando, procedente de Tres Algarrobos en Buenos Aires, enfatizó que aunque fue su primera vez, la experiencia fue absolutamente espectacular.
Así, a pesar de las adversidades, el Gran Premio de Brasil se consolidó como un evento memorable para los aficionados argentinos, y Franco Colapinto continúa siendo un símbolo de esperanza y emoción en el automovilismo nacional.