La escudería Ferrari volvió a incorporar colores tradicionales en su coche para el Gran Premio de Miami, resaltando una historia que data desde los años 60 y que refleja una reivindicación cultural y deportiva.

Como en ocasiones anteriores, Ferrari ha decidido presentar una nueva estética en su monoplaza para competir en el Gran Premio de Miami, que forma parte de la temporada 2025 de Fórmula 1.
Este evento, que el año pasado también marcó un hito con el color azul en el coche de la escudería, vuelve a enfatizar la relación histórica de Ferrari con los tonos celeste y blanco, colores que representan la rica tradición italiana y que nacieron en un momento de conflicto y reivindicación a principios de los años 60.
El comunicado oficial de Ferrari fue publicado en sus perfiles de redes sociales este miércoles, justo antes del Media Day que inaugura la actividad en la sexta carrera del campeonato.
En estas publicaciones, se puede observar el nuevo diseño del coche SF25, que mantiene el característico rojo de Ferrari pero incorpora detalles en azul y blanco en diferentes partes del vehículo, especialmente en el cockpit, los alerones y los patrocinadores de la escudería, como HP.
Esta iniciativa no es un simple capricho estético; tiene raíces profundas en la historia del automovilismo. En 1964, Enzo Ferrari, fundador de la marca, tomó una decisión polémica que marcó un antes y un después en su legado: en protesta contra las autoridades italianas y la FIA, cambió los colores tradicionales de sus coches en las últimas carreras de aquel año, optando por el azul y blanco en respuesta a una disputa oficial sobre la homologación del modelo 250 LM.
Este acto fue interpretado como una reivindicación de autonomía y orgullo nacional, además de un gesto contra las instituciones regulatorias.
El color azul, conocido como 'Azzurro', no es nuevo en la historia de Ferrari. La elección de esta tonalidad fue inspirada por Alberto Ascari, el primer campeón en la historia de Ferrari en 1952, quien usaba un color azul claro en su vestimenta y casco, símbolo de su herencia italiana.
A lo largo de los años 60 y 70, varios pilotos de Ferrari, incluyendo a Niki Lauda y Clay Regazzoni, portaron distintas tonalidades de azul en sus uniformes y monoplazas, en una tradición que fue interrumpida por el dominio del rojo en la marca y en las competencias.
El acto de 1964 fue tanto un momento de reivindicación nacional como una demostración de poder de Enzo Ferrari, quien quería mostrar su independencia respecto a las autoridades deportivas italianas.
Desde entonces, el rojo ha sido el color emblemático de Ferrari en la Fórmula 1 y en la mayoría de sus coches de calle, pero la historia del azul permanece como un símbolo de resistencia y orgullo patrio.
Para esta temporada, Ferrari ha decidido recuperar esa tradición en el Gran Premio de Miami, un evento que ha sido clave en la historia del deporte motor estadounidense y mundial.
La incorporación de los colores azul y blanco en el diseño del SF25 no solo homenajea aquel espíritu de rebeldía, sino que también busca conectar con la historia y cultura de Italia, en un momento en que los patrocinadores y el equipo desean mostrar su identidad con más fuerza.
Los pilotos Charles Leclerc y Lewis Hamilton estrenarán estos nuevos trajes y decoraciones, que ya fueron revelados en redes sociales y que seguramente serán un foco de atención durante la carrera.
La decisión de Ferrari de retornar a sus raíces cromáticas refleja tanto una estrategia de marketing como un homenaje a sus propios comienzos, reforzando el legado del automovilismo italiano en una de sus sedes más importantes, Estados Unidos.
La audiencia podrá apreciar en la pista cómo estos colores históricos vuelven a tener protagonismo en uno de los circuitos más glamorosos y competitivos del calendario, en una temporada que promete seguir sorprendiendo a fanáticos de todo el mundo.