La muerte de Denis Bergamini ha sido reexaminada, concluyendo que fue asesinado, no se suicidó como se había afirmado anteriormente. Su exnovia ha sido condenada por homicidio después de más de tres décadas de controversias.

Treinta y cinco años después de su fallecimiento, la verdad sobre la muerte del futbolista italiano Denis Bergamini ha salido a la luz: no se trató de un suicidio, sino de un asesinato.

El Tribunal Penal de Cosenza determinó que el mediocampista no saltó de un balcón, como se había afirmado en 1989, sino que fue asesinado por su exnovia, Isabella Internò, quien ha sido condenada a 16 años de prisión por homicidio.

Denis Bergamini, un futbolista de un metro setenta, jugó para el Cosenza durante cinco temporadas entre 1985 y 1989 y se convirtió en una figura icónica tras su trágica muerte.

A pesar de marcar solo un gol en la Serie B, su historia ha perdurado en la memoria colectiva del fútbol italiano.

Tras debutar en el club Imola, Bergamini se unió al Cosenza en un momento clave, cuando el equipo regresaba a la Serie B tras 24 años, y su talento lo llevó a ser considerado por el Parma, aunque su equipo lo declaró intransferible por su deseo de lograr el ascenso a la Serie A.

El 18 de noviembre de 1989, Bergamini fue encontrado muerto en la carretera 106, cerca del mar de Roseto Capo Spullico, siendo atropellado por un camión.

Sin embargo, la misteriosa escena del crimen despertó sospechas, ya que sus zapatos, reloj y cadena no mostraban rasguños, lo que llevó a su familia a dudar de la versión oficial de suicidio.

A lo largo de los años, la familia del jugador, en especial su hermana Donata, luchó incansablemente por esclarecer la verdad.

En 2017, un abogado experto en casos complejos logró que se realizara una nueva autopsia que reveló que Bergamini había sido asfixiado antes de su muerte.

La investigación apuntó a su exnovia, quien a la edad de 18 años habría orquestado el homicidio.

Se determinó que Internò utilizó una bolsa o un objeto similar para asfixiar a Bergamini y posteriormente lo arrojó a la carretera para simular un suicidio.

Aunque los involucrados en el crimen siguen sin ser identificados, la sentencia del tribunal describió el acto como un "crimen pasional", ya que ambos se encontraron para intentar resolver las diferencias que llevaron a su ruptura.

Isabella Internò, en su defensa, mantuvo su versión de los hechos y se declaró inocente, afirmando: "solo quiero decir que soy inocente y no he hecho nada.

Lo juro ante Dios, el único testigo que no puedo tener". A pesar de esto, la hermana de Denis celebró la sentencia, asegurando que finalmente se ha demostrado que su hermano no se suicidó. "Ahora mi hermano puede volar", comentó con emoción, dedicando su victoria a los aficionados del Cosenza y a la memoria de sus padres, quienes nunca vieron justicia por el trágico destino de su hijo.

Este caso no solo resalta las sombras del pasado que a menudo envuelven muertes trágicas, sino que también demuestra la importancia de la persistencia en la búsqueda de la verdad dentro del mundo del deporte.