La importancia del Día del Arquero en Argentina y el legado de Amadeo Carrizo en el fútbol nacional.
El Día del Arquero es una fecha de celebración en el mundo del fútbol, y particularmente en Argentina.
Mientras que internacionalmente se conmemora el 14 de abril en honor a Miguel Ángel Calero, en Argentina se estableció el 12 de junio como el día para homenajear a Amadeo Raúl Carrizo, una verdadera leyenda del arco.
Este reconocimiento se remonta al año 2011, cuando el Senado argentino decidió instituir esta fecha en honor al inolvidable arquero nacido en Rufino, Santa Fe, en 1926.
Amadeo Carrizo fue un pionero en su posición.
Jugó 24 temporadas con la camiseta de River Plate, convirtiéndose en el jugador con más partidos disputados en la institución y conquistando 11 títulos.
Además, fue un referente en la Selección Argentina, participando en el Mundial de 1958 y ganando la Copa de las Naciones de 1964. Su estilo de juego revolucionario influyó en la forma en que se desempeñaban los arqueros, siendo precursor en el uso de guantes, saques de arco para iniciar contraataques y jugar con los pies como líbero.
Amadeo Carrizo no solo fue un gran arquero, sino también una figura de personalidad y seguridad en el campo.
Su legado perdura en la actualidad a través de arqueros como Fillol, Pumpido y Martínez, quienes han seguido sus pasos en el fútbol argentino.
Su influencia trascendió las fronteras de River Plate y la Selección, convirtiéndose en un ídolo del fútbol argentino.
El reconocimiento a Carrizo ha sido constante a lo largo de los años, con una platea en el Monumental y el nombramiento como presidente honorario de River.
Su ciudad natal, Rufino, también le rindió homenaje con una estatua en su honor.
Amadeo Carrizo falleció a los 93 años en abril de 2020, dejando un vacío en el mundo del fútbol argentino.
La historia de Amadeo Carrizo es un legado de grandeza y humildad, de innovación y pasión por el arco.
Su influencia perdura en cada arquero que se calza los guantes y defiende el arco con honor y dedicación.
El Día del Arquero es un recordatorio de su legado y una celebración de la importancia de esta posición en el fútbol argentino.