Aunque no logró medalla, el palista argentino Agustín Vernice se mostró orgulloso de su actuación en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Agustín Vernice, el destacado palista argentino de 29 años, dejó una huella notable en los Juegos Olímpicos de París 2024, alcanzando un meritorio cuarto puesto en la prueba de K1-1000, lo que le asegura un nuevo diploma olímpico.
Esta actuación marca una mejora significativa respecto a su octavo puesto en los juegos de Tokio 2020. En una competencia intensa, Vernice logró posicionarse segundo en una de las series de clasificación, superado únicamente por el campeón defensor, el húngaro Balint Kopasz.
En la serie de semifinales, nuevamente ocupó el segundo lugar, lo que lo llevó a la final con esperanzas de alcanzar el podio.
La final fue un verdadero testimonio de su dedicación y esfuerzo.
Aunque Vernice buscaba una medalla, terminó empatando en el cuarto puesto con el bielorruso Uladzislau Kravets, ambos con un tiempo de 3:28.10. No obstante, el palista argentino expresó su satisfacción con su rendimiento.
"Siento un orgullo impresionante.
Fue muchísimo el esfuerzo.
Hace cuatro meses que no estoy en casa, que no puedo comer un asado con mi familia.
Todo es para sacar el máximo acá", comentó Vernice tras la competencia.
El palista también destacó la dificultad de competir transcurridas una hora y media entre la semifinal y la final, lo que probó ser un desafío para mantener su energía.
En los momentos previos a la final, Vernice compartió la emoción de volver a la acción.
Se enfrentó a un grupo formidable de competidores, incluyendo a Adam Varga, subcampeón en Tokio, y al checo Josef Dostal, cuádruple medallista olímpico.
La final culminó con Dostal llevándose la medalla de oro con un tiempo de 3:24.07, mientras que Varga y Kopasz se hicieron con la plata y el bronce, registrando 3:24.76 y 3:25.68, respectivamente.
A pesar de no subir al podio, Vernice se va de Francia con la satisfacción de haber dejado todo en la cancha.
Su camino hacia París no ha sido sencillo; el palista ha enfrentado numerosos desafíos y sacrificios desde hace meses, entrenando arduamente y alejándose de su hogar y familia.
Esta experiencia es un reflejo del compromiso que tiene hacia su deporte y su propia superación personal.
"Me sentí bien en la semifinal, la dominé por completo.
Ahora voy a poder ver esta final con mis amigos", añadió.
Por otro lado, en el evento femenino K1-500, Brenda Rojas también participó, finalizando en el sexto lugar en su serie de semifinales y clasificándose para la final C, donde obtuvo un cuarto puesto, lo que la posicionó vigésima en la clasificación general.
El talento y la dedicación de nuestros atletas continúan siendo un orgullo nacional y reflejan la intensidad y pasión de los Juegos Olímpicos.