Zimbabue sufre una de sus peores derrotas en la historia del cricket tras ser aplastado por Nueva Zelanda en la segunda prueba de la serie, marcando un récord negativo en su historia reciente.

La derrota por una diferencia de una entrada y 359 carreras no solo representa una de las victorias más amplias en la historia del cricket de prueba, sino que también marca un récord negativo para el equipo africano, que en esta serie alcanzó un hito aún más triste.
Supuestamente, esta fue solo la sexta vez en toda la historia del cricket en la que un equipo pasa una serie de al menos dos partidos sin anotar un solo 'fifty' (una puntuación superior a 50).
La puntuación más alta obtenida por un jugador de #Zimbabue en toda la serie fue de 49 carreras por Sean Williams en el primer test, lo que evidencia la dificultad que tuvieron para competir con el potente equipo neozelandés.
La última vez que ocurrió algo similar fue en la temporada 1895-96, cuando Sudáfrica, en una serie contra Inglaterra, solo logró una puntuación máxima de 41 en un total de tres partidos.
Este resultado se produce en un contexto donde, en la historia del cricket, solo unos pocos equipos han sufrido derrotas tan aplastantes. La victoria de #Nueva Zelanda en esta serie, que ahora está en 2-0 a su favor, también se destaca por ser la mayor diferencia de victorias en una serie de prueba en la historia del cricket de los kiwis.
La diferencia de 359 carreras es solo superada en la historia por victorias como la de Inglaterra sobre Australia en 1938 por 579 carreras y la de Australia sobre Sudáfrica en 1902 con 360 carreras.
Durante el partido, Zimbabue mostró una de sus peores actuaciones en la historia del deporte. Cuando el equipo local ganó el sorteo, solo Brendan Taylor, con 44 carreras en 107 bolas y seis límites, y Tafadzwa Tsiga, con 33 no fuera en 54 bolas, lograron superar los 20 runs.
Por su parte, los lanzadores neozelandeses, liderados por Matt Henry (quien tomó 5 wickets por 40 carreras) y Zakary Foulkes (4 wickets por 38 carreras en su debut), dominaron completamente a los anfitriones, que fueron eliminados en apenas 48.5 overs por un escaso total de 125 carreras.
Nueva Zelanda mostró su poderío con una destacada actuación de Devon Conway
En la primera entrada, Nueva Zelanda mostró su poderío con una destacada actuación de Devon Conway, quien rompió su racha de dos años sin un siglo y anotó 153 carreras en 245 bolas, con 18 límites.
Acompañado por Will Young, que anotó 74 en 101 bolas, los kiwis lograron una sólida apertura. Luego, Henry Nicholls (150 no fuera en 245 bolas con 15 límites) y Rachin Ravindra, con 165 no fuera en 139 bolas con 21 límites y dos seis, establecieron una impresionante asociación de 256 carreras para el cuarto wicket.
La selección de Nueva Zelanda declaró con un marcador de 601/3, liderando por 476 carreras.
El equipo de Zimbabue, con una tarea casi imposible por delante, tuvo que enfrentarse a la dura realidad desde el primer envío, con solo Nick Welch logrando unirse a la pelea con 47 carreras en 71 bolas.
La ofensiva neozelandesa, con Foulkes destacándose con 5 wickets, Henry y Duffy (con dos wickets cada uno), volvió a reducir a los locales a solo 117 carreras en su segunda entrada, asegurando así una victoria contundente y histórica para Nueva Zelanda.
Este triunfo también marca un hito para Conway, quien con su doblete de centuries alcanzó los 2,000 carreras en Test y los 5,000 en todos los formatos internacionales, siendo nombrado 'Jugador del Partido'.
Supuestamente, esta serie será recordada no solo por la derrota, sino también por los datos históricos que sitúan a Zimbabue en un momento de profunda reflexión y posible reestructuración en su cricket nacional, que supuestamente busca volver a la senda del éxito en un deporte que ha sido parte de su identidad desde hace décadas.
En la historia, Zimbabue ha tenido momentos destacados, como su participación en el Mundial de 1999, donde sorprendió a todos con su juego, y la presencia de jugadores legendarios que dejaron huella en el cricket internacional.