Córdoba ya se encuentra preparada para el Superclásico entre River-Boca con un despliegue de seguridad que contará con 1.800 efectivos.

Este operativo involucra a policías locales, de la Federal, agentes de tránsito, seguridad privada y Gendarmería, siendo el epicentro de la logística la ciudad anfitriona.

Aún no ha sido definido el plan de prevención y encapsulamiento que abarque a las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, aunque se espera la incorporación de 200 efectivos adicionales en los próximos días.

La conferencia de prensa en la que se anunció este operativo tuvo un tono orgulloso, señalando que el River-Boca podría jugarse con público en el Bernabéu o el Kempes.

Sin embargo, el estadio cordobés se accede por tierra, por lo que se sugirió a los hinchas de ambos equipos utilizar rutas diferenciadas según el color de camiseta.

Los seguidores de River deberán usar la autopista Buenos Aires-Rosario-Córdoba, mientras que los de Boca lo harán por la Ruta Nacional 8 y la Provincial 36, con un trayecto más extenso.

Durante el recorrido de los micros por suelo cordobés, se realizarán controles policiales a cargo de distintas fuerzas de seguridad para prevenir inconvenientes.

Todas las estaciones de servicio estarán vigiladas para evitar saqueos o actos vandálicos.

Una vez en la ciudad de Córdoba, se ha dispuesto un sistema de control en el estadio Mario Alberto Kempes para separar a los hinchas y evitar conflictos.

El ministro de Gobierno y Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, aseguró la colaboración de diferentes jurisdicciones, incluyendo la presencia de Gendarmería en el trayecto de las tres provincias.

La organización del evento cuenta con la participación de distintos organismos de seguridad, garantizando medidas preventivas para el disfrute de los espectadores.

El Superclásico despierta el interés de las autoridades nacionales y provinciales, promoviendo un ambiente de fiesta y seguridad para los asistentes.