El entrenador Fernando Gago fue desvinculado de Boca Juniors después de una serie de decisiones cuestionadas en partidos claves, incluyendo la derrota en el clásico contra River Plate, a pocos días de haber dirigido un encuentro en la Bombonera. La decisión refleja la presión interna y los resultados deportivos recientes.

Los días de Fernando Gago al mando de Boca Juniors llegaron a su fin tras una serie de decisiones que no lograron convencer a la dirigencia ni a la hinchada.
La culminación de su ciclo se produjo tras la derrota en el Superclásico disputado en el Estadio Monumental, el pasado domingo, y la liquidación definitiva ocurrió este martes, menos de 48 horas después del fallo.
Gago asumió la dirección técnica del club hace 191 días, con la esperanza de revertir malos resultados y devolver a Boca a la senda del triunfo. Sin embargo, en su mandato no logró conectar con la afición ni consolidar un estilo de juego convincente, lo que sumado a decisiones polémicas en partidos importantes, terminó por desgastar su imagen.
El 25 de febrero, en el estadio de La Bombonera, el arquero boliviano Guillermo Viscarra, de Alianza Lima, le detuvo con las piernas el penal que hubiera significado la clasificación del equipo argentino en una competición internacional, marcando un derrota que agudizó la crisis.
Esa misma semana, Boca había perdido en el clásico contra River Plate en el Estadio Monumental, en un duelo que evidenció varias falencias del equipo y donde Gago tomó decisiones discutidas, como cambios en la formación y planteamientos excesivamente conservadores.
La salida del técnico fue anunciada por Mauricio Serna, miembro del Consejo de Fútbol, quien afirmó que
"No ha sido fácil porque es un hombre de la casa".Gago, formado en las inferiores del club, fue considerado una apuesta de la institución, pero sus decisiones tácticas y el manejo de los partidos no lograron satisfacer las expectativas.
En particular, decisiones como cambiar al arquero antes de la tanda de penales contra Alianza Lima y una alineación especulativa en momentos críticos, abonaron la decisión de despedirlo.
Boca Juniors empata contra Nacional de Potosí en la Copa Sudamericana
Boca Juniors y Nacional de Potosí empataron sin goles en un partido en el que el equipo argentino no logró aprovechar un penal. A pesar del dominio de Boca, la falta de contundencia dejó escapar la oportunidad de comenzar la Copa Sudamericana con una victoria.La situación fue agravada por molestias internas, como el caso del chileno Carlos Palacios, quien se perdió un vuelo desde Santiago y no estuvo en la práctica previa al partido contra Newell's Old Boys.
Aunque desde la dirigencia se aclaró que no se le aplicaría sanción económica, Gago decidió dejarlo fuera del encuentro, generando fricciones con parte del consejo y de la plantilla.
El análisis reciente señala que la decisión de Riquelme y la dirigencia de desvincular a Gago no responde únicamente a los resultados deportivos, que si bien mantienen a Boca en la cima del torneo, sí alteran la percepción por su actitud y la pérdida de estabilidad interna.
La derrota ante Vélez en la Copa Argentina (4-3) y la forma en que manejó situaciones como la serie de penales ante Alianza Lima, además del planteamiento en el Superclásico, fueron los factores determinantes que llevaron a su salida.
Es importante recordar que, en la historia reciente, Boca ha tenido cambios de entrenador con resultados variados, pero la gestión de confianza y la relación con los dirigentes siempre han sido clave para mantener la estabilidad.
La breve etapa de Gago no fue la excepción, y aunque en los primeros meses consiguió una racha de 9 triunfos en 10 partidos y lideraba la Zona A, sus decisiones, actitudes y el cómo afrontó las momentos decisivos, tuvieran o no un impacto directo en sus resultados, hicieron insostenible su continuidad.
Este despido se produce en un momento delicado, en medio de intentos por consolidar un equipo competitivo que pueda aspirar a títulos internacionales y locales.
La puerta ya está abierta para que un nuevo entrenador tome las riendas, con la esperanza de revertir la tendencia y retomar el camino hacia la gloria, que siempre ha sido la máxima aspiración del club xeneize.