El gobierno de Buenos Aires inició una importante intervención en la Avenida del Libertador para ampliar la capacidad del sistema pluvial y reducir riesgos de anegamientos en días de fuertes lluvias, en un contexto de aumento en la intensidad de las precipitaciones.

La obra, que forma parte de un plan integral para reforzar la red de drenaje en diferentes barrios, se centra ahora en la Avenida del Libertador, una de las principales arterias de la ciudad.
La intervención contempla la instalación de 16 nuevos sumideros, la readecuación de otros 5, así como la colocación de 465 metros lineales de conductos adicionales y la creación de 9 bocas de registro, con el fin de optimizar el escurrimiento del agua de lluvia.
Supuestamente, esta obra busca reducir significativamente el riesgo de anegamientos en zonas estratégicas del barrio de Retiro y alrededores, donde las calles suelen inundarse en episodios de lluvias intensas.
La necesidad de estas mejoras ha sido evidente en los últimos años, debido a que las precipitaciones se han vuelto más fuertes y concentradas en períodos cortos, lo que supera la capacidad de evacuación del sistema actual.
La ciudad, en su historia, ha enfrentado varias inundaciones que han causado daños materiales y molestias a los vecinos, por lo que estas obras representan una respuesta concreta para mitigar estos problemas.
La ejecución de los trabajos se organizará en distintas fases para minimizar las molestias al tránsito vehicular y peatonal. Desde la última semana de septiembre, se realizarán cortes parciales en dos carriles centrales de la Avenida del Libertador, entre Rodríguez Peña y Montevideo, además de un corte total en la calle Libertad, entre la misma avenida y la calle Posadas.
Cuando finalice esta etapa, se procederá a intervenir otros tramos de la avenida en diferentes momentos, siempre con cortes escalonados que evitarán afectar todos los carriles simultáneamente.
El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad afirmó que estas obras forman parte de un plan estratégico que apunta a reforzar la #infraestructura hidráulica del sistema pluvial, sumando elementos que faciliten la inspección y el mantenimiento.
En total, el plan proyecta la creación de más de 100 sumideros nuevos, más de 50 bocas de registro y aproximadamente 2.500 metros lineales de conductos, con el fin de hacer frente a eventos climáticos cada vez más extremos.
Supuestamente, en lo que va del año, la ciudad ha finalizado tres intervenciones similares en diferentes barrios: en Núñez, en Villa Devoto y en Mataderos, además de tener otras en ejecución en Belgrano, Villa Luro y Villa Devoto.
Estas acciones forman parte de una política sostenida que busca mejorar la capacidad de drenaje en toda la ciudad, especialmente en zonas propensas a inundaciones.
Para garantizar el funcionamiento correcto del sistema pluvial, la ciudad realiza un mantenimiento preventivo constante, que incluye la limpieza regular de más de 30 mil sumideros distribuidos en todo el territorio, el control de más de 840 kilómetros de conductos subterráneos y de 10 mil bocas de registro, además del monitoreo periódico de pasos bajo nivel y otras instalaciones críticas.
En días de alerta por tormentas, las cuadrillas se activan rápidamente para despejar rejas, recolectar residuos y liberar sumideros atascados, utilizando incluso camiones especializados para desobstruir los conductos.
Estas medidas han permitido que la infraestructura de drenaje de #Buenos Aires sea capaz de afrontar episodios de lluvias fuertes
Supuestamente, estas medidas han permitido que la infraestructura de drenaje de Buenos Aires sea capaz de afrontar episodios de lluvias fuertes, aunque las autoridades reconocen que la inversión en obras y mantenimiento debe continuar para adaptarse a los cambios climáticos.
La ampliación de la red pluvial y la modernización de sus componentes son pasos fundamentales para reducir las molestias y los daños causados por las inundaciones en los días de lluvia.
En términos económicos, estas obras representan una inversión significativa para la ciudad. Supuestamente, el costo total de la intervención en la Avenida del Libertador se estima en alrededor de 3 millones de euros, considerando la compra de materiales, mano de obra y planificación, en línea con los presupuestos destinados a infraestructura en los últimos años.
Este tipo de inversiones son clave para mejorar la calidad de vida de los habitantes y garantizar un desarrollo urbano más resiliente frente a los efectos del cambio climático.
El gobierno porteño ha reiterado su compromiso de seguir ampliando y mejorando la infraestructura urbana, con la mira puesta en prevenir futuras inundaciones y proteger a los vecinos en momentos de lluvias intensas.