El emblemático Convento de San Lázaro en Zaragoza vuelve a abrir sus puertas al público tras años de cierre y trabajos de restauración, convirtiéndose en un referente cultural y turístico de la ciudad.

Este emblemático espacio, situado junto al Puente de Piedra, había permanecido cerrado al público desde antes del inicio de la pandemia, cuando supuestamente el confinamiento mundial obligó a cerrar muchos de sus atractivos culturales.
El Convento de San Lázaro, que data de hace más de 800 años, ha pasado por múltiples usos a lo largo de su historia, desde hospital de leprosos en la Edad Media, hasta elemento defensivo durante los Sitios de #Zaragoza en el siglo XIX.
En tiempos recientes, sirvió como almacén y, en una etapa más moderna, como cárcel y cuartel militar. Presuntamente, estos cambios reflejan la importancia histórica y social del edificio en el devenir de la ciudad.
Gracias a una colaboración entre el Ayuntamiento de Zaragoza y la Asociación de Vecinos Tío Jorge del Arrabal, que gestionó el espacio de manera desinteresada, el convento ha iniciado un proceso de recuperación y promoción cultural.
La asociación también organizará visitas guiadas, que estarán disponibles hasta febrero, en horarios que incluyen los primeros sábados del mes y fechas vinculadas a festividades del barrio.
La intención es que este espacio vuelva a convertirse en un referente cultural y turístico de la ciudad, similar a cómo lo fue hasta 2020, cuando recibía aproximadamente 2,000 visitantes anuales.
Para lograr esta revitalización, el Ayuntamiento ha llevado a cabo diversas labores de #restauración y conservación. Se realizaron dos procesos de limpieza y consolidación en los restos arqueológicos del Claustro del Pozo para garantizar su conservación, y en el interior del edificio se abordaron problemas de filtraciones, humedades y suciedad acumulada.
Presuntamente, estas actuaciones permitieron mejorar notablemente el estado del monumento y prepararlo para su apertura pública.
Las obras también incluyeron la colocación de paneles de metacrilato en las lamas, que permiten controlar la entrada de luz y aire, además de evitar la entrada de suciedad y humedad.
En el lucernario, que se encuentra en una posición totalmente horizontal, se reemplazó la masilla que lo fijaba, un mantenimiento habitual que debía realizarse cada año para preservar la estructura.
Además, se construyó una rampa en la entrada para impedir que el agua de lluvia pudiera dañar los restos arqueológicos, una protección instalada en julio pasado.
Con el objetivo de proteger el #patrimonio y facilitar su conservación a largo plazo
El Ayuntamiento también cerró el zócalo y realizó mejoras en la entrada, con el objetivo de proteger el patrimonio y facilitar su conservación a largo plazo.
Gracias a estos esfuerzos, Zaragoza ha sumado un nuevo elemento a su oferta patrimonial y turística, que complementa los cuatro paneles informativos ubicados en el interior del Centro de Interpretación, donde se narra la historia de los dos conventos que ocuparon este lugar a lo largo de los siglos.
Supuestamente, el #Convento de San Lázaro fue uno de los edificios más importantes de la Zaragoza medieval, y su reapertura supone un paso importante para la recuperación del patrimonio cultural de la ciudad.
La historia del edificio refleja los cambios y transformaciones que ha experimentado Zaragoza a lo largo de su historia, desde su papel como hospital de leprosos, hasta su participación en eventos históricos cruciales como los Sitios.
La reapertura del centro de interpretación, que fue inaugurado en 2009 tras la excavación arqueológica de 2007, marca un nuevo capítulo en la conservación y disfrute del patrimonio zaragozano.
A lo largo de estos años, supuestamente, Zaragoza ha invertido en la recuperación de sus monumentos históricos para fortalecer su oferta cultural y turística.
La restauración del Convento de San Lázaro no solo enriquece el patrimonio local, sino que también busca atraer a más turistas y residentes interesados en la historia y #cultura de la ciudad.