El Ayuntamiento de Zaragoza ejecutará una serie de trabajos de asfaltado en distintas zonas, lo que generará modificaciones en la movilidad urbana.

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Esta semana, el área de Urbanismo e Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza ha puesto en marcha un ambicioso plan de obras de asfaltado que afectará a una docena de calles en diferentes barrios de la ciudad, incluyendo Delicias, Universidad, Torrero, Garrapinillos y la Cartuja Baja.

Esta acción busca mejorar la calidad de las vías en una ciudad que, históricamente, ha enfrentado desafíos en su infraestructura urbana.

Las actividades de asfaltado tienen como objetivo renovar el pavimento y garantizar la seguridad de los conductores y peatones.

Sin embargo, esto dará lugar a alteraciones significativas en la movilidad durante la ejecución de los trabajos.

Se estima que las obras se extenderán desde el 23 de septiembre hasta el 2 de octubre, por lo que es importante que los conductores y peatones tomen precauciones.

Entre las arterias principales que experimentarán cortes de tráfico se encuentran la calle Celso Ferreiro y la calle Comín de Ros.

Los desvíos se implementarán de forma progresiva, conforme avancen los trabajos, afectando temporalmente a la línea 32 del autobús urbano.

Además, se interrumpirá la circulación en la calle Murero.

A partir del 24 de septiembre y hasta el 30 de septiembre, el tramo de la calle Gascón de Gotor, entre Sevilla y Viva España, también estará cerrado al tráfico, lo que obligará a redirigir la línea Ci1. Las provisiones de tráfico se están implementando para minimizar el impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos, incluyendo la restricción temporal de acceso en calles como Valle de Oza, donde se realizarán trabajos de renovación en el pozo de registro.


Por otro lado, se llevarán a cabo mejores en el Cementerio de Torrero, donde se verán afectadas las calles I, 13, 22, H y 23 del 23 al 30 de septiembre.

Este tipo de obras son esenciales para el mantenimiento de espacios tan relevantes en la comunidad.

No obstante, tanto el acceso rodado como la experiencia de los visitantes se verá alterada.

Para los residentes de Garrapinillos, se garantizará un carril de circulación durante el cierre de la calle Mayor, que está programado desde el 26 de septiembre hasta el 2 de octubre.

Esta coordinación se ha llevado a cabo en colaboración con el Consorcio de Transporte de Zaragoza, asegurando que se conservarán los servicios urbanos en la medida de lo posible.

Históricamente, Zaragoza ha realizado esfuerzos significativos para modernizar su infraestructura, que datan de siglos atrás.

Las antiguas calles, que en su momento fueron caminos vitales, han visto una evolución considerable, y las obras de asfaltado son parte de esta historia de adaptación y mejora constante.

Los habitantes de la ciudad están invitados a estar atentos a los anuncios sobre el tráfico y las rutas alternas proporcionadas por el Ayuntamiento, para que puedan planificar sus desplazamientos de manera eficaz.

Las obras de asfaltado no solo mejorarán la estética de las calles, sino que también aumentarán la seguridad de todos los usuarios.