Tras semanas de trabajo, Zaragoza vuelve a la normalidad en la calle Estébanes, recuperando la actividad hostelera y garantizando la seguridad tras un incidente que puso en riesgo la zona.
La decisión llega después de que los trabajos de estabilización y #seguridad realizados en las últimas semanas permitieran garantizar la integridad del inmueble y la seguridad de los establecimientos y peatones.
Supuestamente, la problemática comenzó el viernes 31 de octubre, cuando un desprendimiento en la parte trasera del edificio alertó a los servicios municipales.
Inmediatamente, los técnicos de Urbanismo coordinaron una inspección exhaustiva que resultó en la declaración de ruina inminente del inmueble, lo que llevó al cierre temporal de la calle, así como al cese de actividades en locales como Kenbo, El Patio del Plata y algunas terrazas de bares en la zona.
El edificio afectado, que data de principios del siglo XX y cuenta con un interés arquitectónico de grado B, se encuentra en propiedad privada y actualmente está deshabitado y vacío.
La estructura está compuesta principalmente por materiales degradados, como madera, y presenta elementos estructurales históricos que, presuntamente, serán preservados en futuras operaciones de restauración, en línea con las normativas de protección del patrimonio.
La respuesta del Ayuntamiento incluyó un plan de estabilización que ha consistido en el apuntalamiento completo del inmueble, la descarga de elementos pesados y la construcción de un túnel metálico de protección en la fachada principal, que permite el paso peatonal seguro por la calle.
Según el consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, estos trabajos garantizan que la fachada y las terrazas adyacentes, como las de Casa de Las Migas y Bodegas Almau, puedan volver a abrirse al público en las mejores condiciones.
Supuestamente, los trabajos también contemplan la demolición parcial del edificio para eliminar las partes más dañadas, preservando elementos históricos y asegurando la estabilidad del resto de la estructura.
La intervención, que en un principio se estimaba que duraría un mes, se ha ido acelerando gracias a la eficiente coordinación de los arquitectos municipales, la inspección técnica y los recursos disponibles, logrando reducir considerablemente los plazos.
El proceso de estabilización ha incluido también la instalación de un andamio de protección y la creación de un túnel metálico que servirá de base para futuras reparaciones y reconstrucciones.
La zona, que en los últimos días ha sido inspeccionada por diferentes organismos municipales, ya puede considerarse segura y en condiciones de normalidad, permitiendo que los negocios afectados retomen su actividad habitual.
La alcaldesa de Zaragoza
Supuestamente, la alcaldesa de Zaragoza, supuestamente, ha destacado la rapidez y eficacia con la que se actuó para solucionar esta incidencia, agradeciendo el trabajo de los técnicos y arquitectos municipales.
La intervención en la calle Estébanes se enmarca en un plan más amplio de recuperación y mejora de la zona, que busca potenciar la seguridad y la dinamización económica del barrio del Tubo.
Este incidente, que supuestamente estuvo a punto de causar daños mayores, ha recordado la importancia de mantener en buen estado las estructuras antiguas y ha motivado una revisión de protocolos de inspección y conservación en toda la ciudad.
