En Zaragoza, La municipalidad de Zaragoza está dando pasos significativos hacia la neutralidad climática en los espacios del municipio, en particular en el sector turístico.

Con este propósito, el Gobierno de Zaragoza ha dado luz verde al proyecto de mejoras en la eficiencia energética del sistema de climatización del Museo Pablo Gargallo, que contará con una inversión de 587.203,27 euros (IVA incluido) y un plazo de 5 meses para su ejecución.

Este proyecto ha sido autorizado por la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural de Zaragoza.

Este proyecto es parte del Plan de Zaragoza de Sostenibilidad Turística, financiado con 2 millones de euros a través de los Fondos Europeos NextGeneration EU, de los cuales se destinan 409.434,68 euros al Museo Pablo Gargallo.

Además, al ser un proyecto de eficiencia energética, contribuye al objetivo de convertir a Zaragoza en una Ciudad Climáticamente Neutra e Inteligente.

Actualmente, la instalación térmica del museo cuenta con equipos productores ubicados en una terraza técnica en la planta cuarta, los cuales brindan servicio a varios equipos emisores en las distintas áreas del museo.

Sin embargo, la instalación carece de un sistema de control centralizado, operando cada equipo de manera independiente sin ninguna regulación de horarios.

El proyecto contempla la retirada de los equipos existentes en la cubierta del edificio y la sustitución de la bomba de calor por una de mayor eficiencia.

También se instalarán fancolis en la zona del patio para reducir las pérdidas de energía en esa área, y se implementará un sistema de control BMS para todo el edificio.

Con el objetivo de preservar la calidad de los espacios del museo, se prevé la instalación de un trasdosado autoportante de placas de yeso laminado que ocultará los conductos y equipos de climatización.

Todo esto se llevará a cabo sin alterar las condiciones arquitectónicas existentes y además, se garantiza que el nuevo equipo instalado no generará un aumento en el nivel de ruido ambiental.

HISTORIA

El Palacio de Argillo, conocido hoy como el Museo Pablo Gargallo, fue construido entre 1659 y 1661 para el primer Marqués de Villaverde, Francisco Sanz de Cortés.

A lo largo de los años, el edificio pasó por diversas transformaciones y usos hasta que en 1985 se convirtió en el museo que conocemos actualmente.

Su restauración respetó la arquitectura original al tiempo que se adecuó el espacio para su nuevo propósito.

En 2007 se realizaron obras de ampliación en el museo, incrementando su espacio expositivo en un 40%. Desde octubre de 2009, el Museo Pablo Gargallo ha estado abierto al público, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar la historia y la obra del célebre escultor aragonés.