La exposición 'Adorno y Honor' en Zaragoza ofrece a los visitantes un retrato histórico de la ciudad a través de su ceremonial urbano, tanto en ocasiones solemnes como en festivas.

La muestra, ubicada en el centro de la ciudad, reúne una selección única de piezas históricas pertenecientes a los fondos municipales, las cuales reflejan los cambios en el protocolo y la etiqueta municipales desde el año 1708 hasta la actualidad.

Uno de los aspectos más destacados de la exposición son las mazas ceremoniales del Ayuntamiento, las cuales fueron realizadas por el reconocido platero Domingo Estrada Forcada alrededor del año 1803. Estas mazas son una muestra de la artesanía y el trabajo meticuloso que se realizaba en aquel entonces.

También se pueden apreciar las imágenes de maceros y ministriles urbanos que fueron pintadas por Anselmo Gascón de Gotor a finales del siglo XIX. Estas pinturas son una representación visual de cómo eran los desfiles y las ceremonias en aquel tiempo.

La exposición no solo se centra en el ceremonial urbano, sino que también muestra los eventos que se programaron para la visita real de 1802 a través de un impreso sobre raso bordado por José Lizuain.

Este documento es una prueba de la importancia de las ceremonias y los festejos en la ciudad.

Además de las piezas mencionadas anteriormente, la exposición también cuenta con una gran variedad de instrumentos musicales, carteles, fotografías y uniformes.

Estos objetos, algunos de los cuales datan de épocas antiguas, muestran la evolución de la vestimenta y los instrumentos a lo largo del tiempo.

Además, también se pueden ver los vestidos y los trajes que eran utilizados por hombres y mujeres en diferentes eventos ceremoniales y festivos.

La exposición 'Adorno y Honor' destaca la estrecha relación entre los objetos expuestos y las personas que los utilizaban en el marco ritual solemne o festivo.

Esta conexión se hace evidente a lo largo de toda la exposición, desde el macero de dos metros que recibe a los visitantes hasta los diversos medios utilizados para transmitir el ceremonial urbano, como manuscritos, libros impresos, informes mecanografiados y recursos digitales.

Una vez fuera de la cripta, los visitantes pueden ver los instrumentos utilizados por el poder municipal, como una maza desmontada y otra enlutada para actos fúnebres.

También se exhiben los uniformes conservados y las imágenes que representan a maceros, alguaciles y ordenanzas vistiéndolos en diferentes contextos.

Esto demuestra la importancia de estos objetos en la representación del poder municipal.

Dentro de la cripta, la exposición se centra en los emblemas sonoros utilizados por el poder municipal para hacerse oír.

Se pueden ver los clarines y timbales restaurados, así como el frontal bordado que los cubre.

También se exhiben las libreas antiguas de los músicos y las partituras que utilizaban.

Estas piezas muestran cómo se transmitía la música y cómo se utilizaban los instrumentos en las ceremonias municipales.

En cuanto a las pinturas de Gascón de Gotor, estas representan momentos destacados del ceremonial urbano, como la salida del ayuntamiento en corporación o su asistencia al rosario de cristal.

Estas pinturas dialogan en la pared opuesta con una interesante obra gráfica que interpreta los mismos motivos según los presupuestos estéticos e ideológicos de la época.

Esto permite a los visitantes comparar las diferentes representaciones artísticas del ceremonial urbano a lo largo del tiempo.

Por último, la exposición muestra bocetos y carteles de fiestas del Pilar que se realizaron entre 1903 y 1982. Estos carteles reflejan la participación de timbaleros y clarineros en diferentes actos festivos, anunciando oficialmente el inicio de las fiestas.

También se pueden ver fotografías de época que apelan a la memoria de los espectadores y muestran las transformaciones experimentadas por la sociedad zaragozana a lo largo de los años.

La exposición 'Adorno y Honor' es una oportunidad única para conocer la historia de Zaragoza a través de su ceremonial urbano.

La variedad de piezas expuestas y la forma en que están organizadas permiten a los visitantes sumergirse en el pasado de la ciudad y apreciar la importancia de las ceremonias y los festejos en la vida de los zaragozanos.

Además, la exposición también invita a reflexionar sobre cómo han evolucionado estas tradiciones a lo largo del tiempo y cómo han influido en la sociedad actual.