Sevilla ha comenzado la instalación de cámaras de seguridad con inteligencia artificial en colegios públicos para mejorar la protección de sus instalaciones.

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El Ayuntamiento de Sevilla ha lanzado un ambicioso proyecto enfocado en la seguridad de los colegios públicos de la ciudad mediante la instalación de cámaras de vigilancia equipadas con inteligencia artificial.

En esta primera fase, se han implementado un total de 95 cámaras en 13 colegios, que incluyen centros como el Colegio Andalucía, el Ángel Ganivet, los Arrayanes, entre otros.

Cada escuela ha recibido entre 6 y 9 cámaras, dependiendo de sus necesidades específicas.

El costo total de este proyecto ha sido de aproximadamente 29,255 euros, y ha sido ejecutado en un periodo de 6 meses.

La fecha prevista para el inicio de operaciones de estas cámaras es el lunes 8 de julio, lo que significa un gran paso en la mejora de la seguridad en las instituciones educativas de la región.

Además, la administración ya está trabajando en un nuevo proyecto para instalar cámaras en otros 11 centros educativos para el próximo año escolar.

El sistema de cámaras no solo servirá como un complemento a las alarmas existentes, sino que también está diseñado de manera que se cumpla con todas las normativas vigentes, incluida la Ley de Protección de Datos.

Las cámaras estarán conectadas a una central de alarma, y serán activadas automáticamente una vez que el personal docente o de limpieza abandone el establecimiento.

En caso de detección de intrusiones, el sistema enviará alertas a un Centro Receptor de Alarmas, que a su vez notificará a una empresa de seguridad.


Uno de los aspectos más innovadores de este sistema es su capacidad para distinguir entre distintas formas, lo que reduce significativamente las falsas alarmas.

Por ejemplo, el software de análisis puede identificar la diferencia entre una persona humana y un animal, lo que evita que un gato sea considerado como una intrusión.

Esto refleja un avance importante en la tecnología de seguridad que promete facilitar la labor de las empresas de vigilancia y, a la vez, brindar tranquilidad a los padres y profesores.

Las grabaciones de las cámaras se almacenan de manera continua, y el acceso a estos registros será limitado a personal autorizado, como la empresa de seguridad encargada del mantenimiento del sistema.

En el caso de que las autoridades, como la Policía o los juzgados, requieran revisar las grabaciones, el propietario de las imágenes tiene la obligación de facilitarlas.

Este tipo de iniciativas no solo destacan por su valor práctico en la mejora de la seguridad escolar, sino que también pueden servir como un potencial modelo a seguir en otras ciudades de España.

Históricamente, la seguridad en los colegios ha sido un tema de preocupación constante, y la introducción de tecnología avanzada como esta representa una respuesta proactiva a dichas inquietudes.

A medida que la preocupación por la seguridad en los espacios públicos continúa creciendo, proyectos como el de Sevilla podrían convertirse en una norma en el futuro cercano.