La compañía Meta Platforms ha decidido no adherirse al código de buenas prácticas de inteligencia artificial de la Unión Europea, alegando incertidumbres legales y riesgos para el desarrollo de IA en Europa.

Según Joel Kaplan, director de Asuntos Globales de la compañía, la decisión responde a preocupaciones sobre las implicaciones legales y el alcance de las regulaciones propuestas.
Supuestamente, la #UE ha avanzado en la creación de un marco regulatorio para la IA, denominado el Acta de IA, que busca garantizar la transparencia, seguridad y responsabilidad en el desarrollo y uso de sistemas de inteligencia artificial.
Este marco legal, que se espera entre en vigor en agosto de este año, incluye directrices específicas para modelos de IA de propósito general, considerados de alto riesgo.
Sin embargo, Kaplan afirmó en una publicación en LinkedIn que Europa está yendo por un camino equivocado en materia de IA. La compañía considera que el código de práctica presentado por la Comisión Europea genera “incertidumbres jurídicas” y contiene medidas que van mucho más allá del alcance del propio Reglamento de IA, conocido como la Ley de IA.
Presuntamente, varias de las principales empresas europeas también han expresado su preocupación. Se dice que más de 40 grandes compañías firmaron una carta solicitando a la Comisión que retrase la implementación de las regulaciones. En esa misiva, supuestamente, se argumenta que la #regulación excesiva podría frenar el desarrollo y la implementación de modelos avanzados de IA en Europa, además de limitar las oportunidades para que las empresas europeas puedan construir negocios basados en estas tecnologías.
La decisión de #Meta se produce en un contexto donde la regulación de la IA en Europa ha sido un tema central en los últimos meses
La decisión de Meta se produce en un contexto donde la regulación de la IA en Europa ha sido un tema central en los últimos meses. Los legisladores del bloque aprobaron el año pasado el Acta de IA, que impone requisitos estrictos en materia de evaluación de riesgos y transparencia, especialmente para sistemas considerados de alto riesgo.
La normativa, que se espera entre en vigor en agosto, afectará a todas las empresas que desarrollen o utilicen IA en la región.
Supuestamente, estas medidas buscan hacer a Europa un referente en regulación de IA, pero también han generado críticas por su posible impacto en la innovación.
La postura de Meta refleja una preocupación de que un marco regulatorio demasiado rígido podría frenar el avance tecnológico y la competitividad en un sector donde Estados Unidos y China están invirtiendo masivamente.
Además, se rumorea que Meta, junto con otras tecnológicas, está explorando alternativas para seguir promoviendo sus desarrollos en IA sin estar atada a regulaciones que consideran restrictivas.
Se dice que la compañía continúa invirtiendo en sus propios sistemas y en colaboraciones internacionales, presuntamente para mantenerse a la vanguardia.
En conclusión, la decisión de Meta de no firmar el código de la UE evidencia las tensiones existentes entre la innovación tecnológica y la regulación legal.