El Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado la venta de cuatro parcelas públicas en diferentes distritos para edificar 58 viviendas, generando ingresos para las arcas municipales y promoviendo la regeneración urbana.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha dado un paso importante en su estrategia para potenciar el desarrollo urbanístico y social de la ciudad al aprobar la venta de cuatro parcelas de propiedad pública situadas en distintos distritos.

Estas parcelas, que se encuentran distribuidas en El Rabal, Santa Isabel, Miralbueno y San José, serán destinadas a la construcción de un total de 58 viviendas, con el objetivo de incrementar la oferta de vivienda libre en la ciudad y reducir los espacios vacíos que afean el entorno urbano.

La decisión fue tomada a finales de mayo, cuando el Gobierno local aprobó los pliegos de las cláusulas económico-administrativas que regirán la enajenación mediante licitación pública de estos terrenos.

La finalidad principal es seleccionar la oferta más ventajosa, considerando diversos criterios que garantizan una gestión transparente y eficiente. Además de impulsar la construcción de nuevas viviendas, esta iniciativa busca regenerar áreas urbanas degradadas, mejorar la calidad del espacio público y, por supuesto, generar ingresos para las arcas municipales, que se estima en un mínimo de 3,12 millones de euros.

En detalle, la primera parcela, ubicada en la calle Pierrette Gargallo de Anguera, en el barrio de Jesús, en el distrito de El Rabal, corresponde a la parcela C3 del Área de Intervención F-51-3.

Esta área permitirá levantar 11 viviendas colectivas y tiene un valor de licitación de aproximadamente 74.000 euros.

La segunda oportunidad de inversión corresponde a las parcelas R-1-b, R2 y R3, situadas en el Área de Intervención U-71-13 en Santa Isabel. Estas parcelas, destinadas a la construcción de 15 viviendas unifamiliares, tienen un valor de licitación de unos 75.500 euros. Este distrito, conocido por su carácter residencial y su cercanía a áreas verdes, ha visto en los últimos años un aumento en la demanda de viviendas unifamiliares.

La tercera parcela se encuentra en el barrio de Miralbueno, en el Área de Intervención G-56-13, específicamente en la parcela B1. En este espacio, se podrán edificar hasta 18 viviendas colectivas, con un valor de licitación cercano a 113.000 euros. Miralbueno, tradicionalmente considerado uno de los barrios con mejor calidad de vida en Zaragoza, continúa siendo un foco importante para nuevos desarrollos residenciales.

Por último, el cuarto lote corresponde a la parcela M3, situada en el entorno de la avenida Tenor Fleta, en el distrito de San José. Con un valor de licitación de aproximadamente 110.000 euros, esta parcela tiene capacidad para 14 viviendas colectivas, contribuyendo así a la regeneración urbana en una de las zonas con mayor actividad comercial y de servicios de la ciudad.

Estas iniciativas no solo forman parte de la política de promoción de vivienda pública y regeneración urbana que Zaragoza ha venido impulsando desde hace décadas, sino que también responden a una tendencia general en muchas ciudades españolas y europeas, donde la gestión eficiente del suelo y la inversión en vivienda social son claves para afrontar los desafíos del crecimiento urbano.

Desde la década de 1960, Zaragoza ha experimentado un crecimiento urbano significativo, pasando de ser una ciudad industrial a un centro urbano con una fuerte apuesta por la innovación y la sostenibilidad.

La venta de estas parcelas públicas sigue la línea de proyectos anteriores, como la regeneración de la zona del Casco Histórico o la expansión de barrios como Delicias y Torrero, que han visto mejorar su infraestructura y servicios públicos en los últimos años.

En conclusión, la venta de estos terrenos públicos en diferentes distritos de Zaragoza representa una oportunidad para desarrollar nuevos proyectos residenciales, incrementar la oferta de vivienda y mejorar la calidad del entorno urbano.

La inversión total en estos lotes, que en total supera los 870.000 euros (unos 870.000 euros en moneda local), tiene el potencial de transformar y dinamizar estas áreas, beneficiando a los vecinos y a la ciudad en su conjunto.