El Ayuntamiento de València ha declarado como Bien de Relevancia Local la Lonja de Le Corbusier y 55 refugios antiaéreos de la Guerra Civil, preservando su valor histórico y arquitectónico en la ciudad.
El Ayuntamiento de València ha dado un paso importante en la protección y conservación de su patrimonio cultural y arquitectónico al aprobar la declaración de Bien de Relevancia Local (BRL) para la Lonja de Le Corbusier, ubicada en la zona de Feria València, y para un conjunto de 55 refugios antiaéreos de la Guerra Civil que se hallan fuera del distrito de Ciutat Vella.
Esta medida busca garantizar la preservación de estos espacios como testigos de la historia y la innovación arquitectónica de la ciudad.
La Lonja de Le Corbusier, una estructura de dimensiones considerables de 36 metros de ancho por 72 de largo, se encuentra en Feria València, en Benimàmet, y es un ejemplo singular de la arquitectura moderna del siglo XX.
La nave fue encargada por el Ayuntamiento en 1964, y aunque el arquitecto franco-suizo Le Corbusier falleció en 1965, la obra fue desarrollada por su taller, bajo la dirección de Guillermo Jullian de la Fuente.
La nave, que fue inaugurada en 1969, presenta un diseño característico con pilares y vigas de hormigón prefabricado, coronados con lucernarios y una cubierta en forma de V, que recuerda a otros proyectos emblemáticos del arquitecto, como el Hospital de Venecia.
Es importante destacar que solo un módulo doble del taller de Le Corbusier se conserva en pie, ya que otros módulos fueron demolidos parcialmente en 2000.
La estructura que permanece ha sido sometida a una exhaustiva revisión y se encuentra en buen estado de conservación. La protección patrimonial que ahora se le ha otorgado permite preservar esta pieza única, que refleja la filosofía del movimiento moderno y la visión innovadora de Le Corbusier.
Por otro lado, el Pleno municipal también ha aprobado la protección de 55 refugios antiaéreos distribuidos por diferentes zonas de la ciudad, aunque fuera del distrito de Ciutat Vella.
Estos espacios, que datan de la Guerra Civil española (1936-1939), son considerados bienes de interés local y forman parte del patrimonio histórico de València.
La inclusión de estos refugios en el catálogo patrimonial responde a la necesidad de conservar estos espacios como testimonio de un episodio fundamental en la historia de la ciudad y del país.
Supuestamente, algunos de estos refugios fueron descubiertos o redescubiertos durante obras de construcción en diferentes calles, como la avenida de la Constitución, en el número 190; la calle de Luis Oliag, en el número 2; y la calle de Sagunt, en los números 50-54.
La protección abarca tanto los refugios de propiedad pública como privada, y se contempla la posible protección de otros que puedan ser descubiertos en el futuro.
Cabe recordar que estos refugios ya contaban con protección en el centro de la ciudad, específicamente en el distrito de Ciutat Vella, donde forman parte del Plan Especial de Protección (PEP).
La protección patrimonial, en su conjunto, busca no solo conservar estos espacios, sino también sensibilizar a la ciudadanía sobre su importancia histórica y cultural.
En definitiva, estas medidas reflejan la voluntad del Ayuntamiento de València de salvaguardar su memoria arquitectónica y su historia más reciente.
La protección de la Lonja de Le Corbusier y de los refugios antiaéreos supone un reconocimiento a la riqueza patrimonial de la ciudad y una apuesta por mantener vivo su legado para las futuras generaciones.