La gobernadora Kathy Hochul firma nuevas leyes y asigna más de 1.500 millones de euros para impulsar la vivienda asequible y restringir la compra masiva por parte de inversores institucionales en Nueva York.

La gobernadora Kathy Hochul ha firmado hoy una serie de leyes y ha anunciado una inversión histórica para promover el acceso a viviendas asequibles en el estado de Nueva York, en el marco del Presupuesto Aprobado para el Año Fiscal 2026.

Con un presupuesto que supera los 1.500 millones de euros, la administración busca no solo ampliar la disponibilidad de viviendas, sino también frenar la influencia desproporcionada de grandes inversores institucionales en el mercado inmobiliario local.

Entre las principales medidas, se destaca la inversión de más de 1.350 millones de euros en diversos programas de vivienda, incluyendo fondos para proyectos de infraestructura, apoyo a familias de ingresos bajos y moderados, y la protección de viviendas públicas y de apoyo.

Una parte significativa de estos fondos, aproximadamente 860 millones de euros, se destinará a mejorar la infraestructura y ampliar las oportunidades de desarrollo residencial en diferentes comunidades del estado.

Además, la gobernadora firmó una ley que busca limitar la compra masiva de viviendas unifamiliares y bifamiliares por parte de grandes fondos de inversión.

La normativa prohíbe a los inversores institucionales que posean más de 10 propiedades de este tipo, y que gestionen al menos 30 millones de euros en activos, adquirir viviendas en masa en el estado.

También establece un período de espera de 90 días para que estas entidades presenten ofertas de compra, con el objetivo de dar mayor oportunidad a las familias y personas que desean adquirir su primera vivienda.

Estas entidades, que suelen recibir financiación de inversores institucionales, deberán cumplir con nuevas obligaciones de notificación y estarán sujetas a multas de hasta 230,000 euros en caso de incumplimiento.

La ley también prohíbe que estas firmas puedan solicitar deducciones fiscales por depreciación o intereses relacionados con viviendas unifamiliares y bifamiliares, creando un desincentivo para la acumulación masiva de este tipo de propiedades.

Por otro lado, el estado ha establecido un fondo de 86 millones de euros para incentivar la construcción de viviendas iniciales mediante tecnologías innovadoras, como desarrollos prefabricados y modulares, con el fin de hacer las viviendas más asequibles y adaptadas a las necesidades actuales.

En el ámbito social, se destinarán aproximadamente 77 millones de euros para fortalecer programas de ayuda a propietarios en riesgo de perder sus viviendas, incluyendo el Programa de Protección al Propietario (HOPP), que continuará brindando asesoría legal y servicios para evitar ejecuciones hipotecarias y fraudes.

Además, se asignarán fondos para mejorar la resiliencia de las viviendas frente a eventos climáticos extremos, permitiendo reparaciones rápidas y proyectos de rehabilitación que ya han ayudado a más de 1,300 propietarios.

Otra iniciativa importante es la creación de un incentivo fiscal para compradores de viviendas asequibles, especialmente aquellas construidas con apoyo de entidades públicas y organizaciones sin fines de lucro, con el fin de reducir los costos de adquisición y aumentar la oferta de viviendas para familias de bajos ingresos.

En línea con el compromiso de promover la equidad, se ha aprobado una legislación para combatir la discriminación en las tasaciones inmobiliarias, que ha sido un factor que ha agravado la brecha racial en la propiedad de viviendas en Nueva York.

La ley permitirá sancionar a los tasadores que infrinjan las leyes de derechos humanos, además de destinar fondos para la evaluación de vivienda justa.

Para potenciar el desarrollo local, el presupuesto incluye la creación de un fondo estatal de 86 millones de euros destinado a apoyar proyectos de infraestructura en comunidades que trabajan activamente en políticas pro-vivienda, promoviendo así una mayor oferta de viviendas y mejorando la calidad de vida en esas áreas.

Por último, se implementarán programas de asistencia técnica para municipios que deseen convertirse en comunidades pro-vivienda, facilitando el diseño de planes maestros y permisos simplificados, y se destinarán fondos para la adquisición y rehabilitación de propiedades vacías y abandonadas, que representan una oportunidad para ampliar la oferta de viviendas asequibles en todo el estado.

En conjunto, estas acciones reflejan un enfoque integral por parte del gobierno de Nueva York para combatir la crisis de vivienda, reducir la influencia de grandes inversores y garantizar que más familias puedan acceder a viviendas seguras, asequibles y de calidad en todo el estado.