El estado de Nueva York lanza un programa innovador para crear viviendas de inicio a precios accesibles mediante casas prefabricadas, con una inversión de aproximadamente 45 millones de euros, buscando transformar el mercado inmobiliario y facilitar la propiedad a más residentes.

El gobernador de Nueva York, Kathy Hochul, anunció hoy el lanzamiento de “MOVE-IN NY”, un programa pionero para fomentar la adquisición de viviendas asequibles en todo el estado.

Esta iniciativa, que fue probada con éxito en las ciudades de Schenectady, Syracuse y en el municipio de Newcomb, ahora se amplía a nivel estatal con el objetivo de construir hasta 200 nuevas viviendas de inicio.

La inversión total para esta expansión alcanza aproximadamente 45 millones de euros, financiada en parte por el presupuesto estatal del ejercicio fiscal 2025-2026.

Supuestamente, este programa tiene el potencial de revolucionar la forma en que se construyen viviendas de calidad en Nueva York. La colaboración con socios locales en áreas urbanas, rurales y suburbanas permitirá abordar el aumento en los costos de vivienda y hacer posible que más neoyorquinos puedan acceder a una propiedad.

La iniciativa busca responder a la creciente escasez de viviendas pequeñas y asequibles, conocidas como “casas de inicio”, que en los últimos años han desaparecido en muchas comunidades debido a los elevados costos de construcción, materiales y tasas de interés.

Actualmente, construir una casa unifamiliar pequeña en Nueva York puede superar los 400,000 euros, lo que limita las oportunidades para muchos jóvenes y familias.

El programa se apoya en el uso de casas prefabricadas, conocidas como “CrossMods”, que simulan las viviendas tradicionales y pueden integrarse en diferentes tipos de mercado inmobiliario, incluyendo zonas urbanas, suburbanas y rurales.

Estas casas se fabrican en fábricas, lo que permite reducir significativamente los tiempos y costos de construcción. Presuntamente, el costo de una vivienda de este tipo en el estado es de aproximadamente 125,000 euros, siendo hasta tres veces más rápido de construir y cerca de la mitad del precio comparado con métodos tradicionales.

Supuestamente, estas casas cumplen con los estándares federales de seguridad y construcción de viviendas prefabricadas, además de contar con el respaldo de entidades como Fannie Mae y Freddie Mac, lo que facilita a los compradores acceder a hipotecas convencionales.

La expansión del programa buscará trabajar con comunidades que tengan gran cantidad de terrenos vacíos y en zonas donde las oportunidades de adquisición de vivienda asequible son limitadas.

La iniciativa complementa otros esfuerzos del estado en materia de vivienda, incluyendo programas de ayuda para primerizos y fondos específicos para reparaciones de emergencia.

La inversión de 45 millones de euros fue asegurada por el gobernador Hochul en el presupuesto del próximo año fiscal, y forma parte de su estrategia para incrementar la oferta de viviendas asequibles y facilitar la propiedad a las familias de ingresos bajos y moderados.

Supuestamente, el programa no solo beneficiará a las comunidades urbanas, sino también a las rurales, donde la demanda de viviendas de calidad y a buen precio es aún mayor.

Además, se contempla la posibilidad de desarrollar otros modelos de casas prefabricadas, como viviendas en hilera o de varias plantas, para adaptarse a diferentes densidades y necesidades.

La comisionada de HCR, RuthAnne Visnauskas, resaltó que “MOVE-IN NY representa una vía innovadora para crear oportunidades de propiedad asequible.

Esta inversión de 45 millones de euros permitirá acelerar la construcción de viviendas, atendiendo a la escasez de oferta y facilitando que más neoyorquinos puedan tener un hogar propio”.

Desde hace años, el estado ha implementado diversas políticas para apoyar a los propietarios, incluyendo fondos para ayuda con el pago inicial, programas de asistencia para reparaciones y medidas contra la especulación inmobiliaria por parte de inversores institucionales.

Sin embargo, el desafío sigue siendo grande, y programas como MOVE-IN NY buscan ofrecer soluciones rápidas y sostenibles.

Supuestamente, la iniciativa también apuesta por fomentar la innovación en construcción, permitiendo la creación de viviendas más accesibles y adaptadas a las necesidades de la población.

La colaboración entre el sector público y privado, junto con las nuevas tecnologías de fabricación, podría marcar un antes y un después en el mercado inmobiliario de Nueva York, beneficiando especialmente a quienes más lo necesitan y promoviendo comunidades más inclusivas y sostenibles.