El gobernador Kathy Hochul firma una legislación para instalar en Albany un memorial estatal que rinde homenaje a las víctimas y sobrevivientes del Holocausto, en un contexto de aumento del antisemitismo en Nueva York y EE. UU.
En una medida histórica, la gobernadora Kathy Hochul firmó recientemente una legislación que permite la creación de un memorial dedicado a las víctimas y sobrevivientes del Holocausto en el Empire State Plaza de Albany, Nueva York.
Esta iniciativa surge en un momento en que presuntamente los actos de antisemitismo están en aumento tanto en la ciudad como en todo el país, y busca ofrecer un espacio de reflexión y educación sobre uno de los episodios más oscuros de la historia.
El proyecto, que se espera sea un símbolo de memoria y resistencia, tendrá como objetivo principal sensibilizar a los visitantes, especialmente a los estudiantes, sobre las atrocidades cometidas durante el Holocausto y las consecuencias del odio y la intolerancia.
La legislación, conocida como la Ley S5784/A7614, encomienda a la Oficina de Servicios Generales del Estado (OGS) la supervisión del diseño, la programación y la ubicación del memorial en el emblemático Plaza del Estado en Albany.
Supuestamente, la inversión para la creación del memorial será de aproximadamente 35 millones de dólares en términos presupuestarios, lo que equivale a unos 32 millones de euros.
Se espera que esta cifra cubra desde la planificación inicial hasta la construcción y el mantenimiento del monumento, que se integrará a otros sitios de memoria en el mismo parque, que ya albergan diferentes tributos y monumentos dedicados a la historia y cultura de Nueva York.
El comisionado de la OGS, Jeanette Moy, expresó que esta nueva instalación será una pieza clave para recordar la importancia de luchar contra la injusticia y el prejuicio.
Supuestamente, Moy afirmó que “el memorial no solo honrará la memoria de las víctimas, sino que también servirá como un recordatorio permanente de nuestra responsabilidad colectiva de combatir la intolerancia en todas sus formas”.
Por su parte, la senadora Patricia Fahy destacó que con la creación del memorial, se reafirma el compromiso de Nueva York con la memoria histórica y la lucha contra el odio.
Supuestamente, Fahy mencionó que “el lema ‘Nunca Más’ debe traducirse en acciones concretas, y este monumento será un espacio donde las comunidades puedan reunirse para recordar y aprender sobre la historia, en un esfuerzo por evitar que tragedias similares se repitan”.
El memorial también busca fortalecer la educación en derechos humanos y promover el respeto por la diversidad. La legislación contempla que el monumento sirva como un centro de aprendizaje y reflexión, donde se puedan realizar actividades y programas que sensibilicen a la ciudadanía sobre los peligros del racismo, la xenofobia y otras manifestaciones de intolerancia.
Históricamente, Nueva York ha sido un estado pionero en la lucha contra el antisemitismo. Desde la llegada de los primeros inmigrantes judíos en el siglo XIX, la región ha sido un refugio para comunidades que han enfrentado prejuicios y discriminación.
Sin embargo, en las últimas décadas, los informes sobre ataques y discursos de odio han aumentado, presuntamente en consonancia con una tendencia nacional e internacional.
El establecimiento del memorial forma parte de los esfuerzos continuos del gobernador Hochul, quien en el presupuesto del año fiscal 2026 destinó más de 30 millones de dólares (aproximadamente 28 millones de euros) para programas destinados a fortalecer la seguridad y la protección de comunidades vulnerables ante delitos de odio.
Además, bajo su liderazgo, Nueva York lanzó el primer plan estatal para combatir el antisemitismo y creó una unidad especializada en la prevención de prejuicios y discriminación.
En conclusión, la creación de este memorial en Albany no solo representa una victoria para la memoria histórica y la educación, sino también un compromiso de la administración estatal con la promoción de una sociedad más inclusiva y respetuosa.
La esperanza es que, con este símbolo, se impulse un cambio cultural que fomente la tolerancia y el entendimiento mutuo, para que tragedias como las del Holocausto no vuelvan a repetirse en el futuro.