El gobierno de Nueva York anuncia una partida adicional de 200 millones de euros para incentivar la compra de autobuses escolares sin emisiones a través de un histórico fondo ambiental, beneficiando a las comunidades y promoviendo un entorno más saludable.

El gobierno del estado de Nueva York ha revelado que dispone de una partida adicional de aproximadamente 180 millones de euros para financiar la adquisición de autobuses escolares libres de emisiones mediante la tercera fase de un fondo sin precedentes de 4.2 mil millones de dólares (unos 3.8 mil millones de euros), aprobado en 2022 bajo la Ley de Bonos Ambientales de Agua Limpia, Aire Limpio y Empleos Verdes. Esta inversión forma parte del Programa de Incentivos para Autobuses Escolares de Nueva York (NYSBIP), cuyo objetivo principal es facilitar la compra de autobuses eléctricos, la instalación de infraestructura de carga y la planificación de la electrificación de flotas escolares, en un esfuerzo por reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire en las comunidades del estado.

Supuestamente, esta iniciativa busca que los niños, conductores y habitantes de distintas regiones de Nueva York puedan beneficiarse de autobuses más limpios, silenciosos y saludables, contribuyendo además a la lucha contra el cambio climático.

La administración de Hochul afirma que con esta inversión, el estado reafirma su compromiso de hacer que los autobuses eléctricos sean más accesibles para las escuelas públicas, en línea con los objetivos de la Ley de Bonos Ambientales.

El programa, gestionado por la Autoridad de Investigación y Desarrollo de Energía de Nueva York (NYSERDA), ofrece incentivos a los operadores de flotas escolares, incluyendo distritos escolares y empresas de transporte, que adquieran autobuses sin emisiones.

Además, proporciona vales para apoyar la instalación de cargadores de nivel 2 o de carga rápida en corriente continua, y financiamiento para desarrollar planes de electrificación de flotas.

Supuestamente, los incentivos cubren hasta el 100% del coste adicional de un autobús eléctrico nuevo o remanufacturado, ayudando a compensar la diferencia de precio entre estos y los autobuses diésel o gasolina convencionales.

Las compañías que gestionan las flotas escolares también pueden acceder a fondos para elaborar planes personalizados de transición hacia flotas eléctricas, facilitando así una adopción progresiva y eficiente.

Doreen M. Harris, presidenta y CEO de NYSERDA, indicó que esta tercera fase de apoyo representa un paso más en los esfuerzos del estado para facilitar la transición hacia vehículos sin emisiones en las escuelas.

“Seguimos ofreciendo recursos y orientación para que las flotas puedan planificar, aprovechar incentivos y desplegar infraestructura de carga de manera sencilla y efectiva,” afirmó Harris.

Supuestamente, las comunidades con mayores necesidades, especialmente aquellas que enfrentan desafíos socioeconómicos, recibirán mayores cantidades de fondos, conformando al menos el 40% de los beneficios del programa, en línea con los objetivos de justicia climática del estado.

Los operadores de flotas en distritos prioritarios pueden acceder a incentivos superiores y beneficiarse de beneficios adicionales si eliminan autobuses diésel, adquieren autobuses adaptados para personas con movilidad reducida o con capacidad de conectar vehículos a la red eléctrica.

Desde que se lanzó NYSBIP, 88 distritos escolares han solicitado fondos para adquirir 529 autobuses, incluyendo 50 distritos prioritarios con 406 autobuses.

Además, 400 distritos ya trabajan con NYSERDA en la elaboración de planes de electrificación de flotas. La ley también establece que al menos el 35% de los beneficios deben llegar a comunidades desfavorecidas, con un objetivo del 40% para promover la equidad.

Supuestamente, la modernización del transporte escolar con autobuses eléctricos responde a la prioridad del gobernador Hochul por proteger la salud estudiantil y reducir las emisiones nocivas en las comunidades.

La ley presupuestaria para 2025-2026 continúa incentivando a los distritos a acelerar sus planes de electrificación, brindando mayor flexibilidad y confianza en que los autobuses cumplirán con los requisitos de autonomía y rutas.

En los últimos años, las autoridades estiman que en Nueva York se han destinado cerca de 3 mil millones de euros en iniciativas para fomentar la movilidad eléctrica y reducir la huella de carbono del sector transporte, con programas como EV Make Ready, EVolve NY y Charge Ready NY 2.0. La estrategia estatal apunta a que todos los vehículos nuevos sean de cero emisiones para 2035, contribuyendo a la meta de un estado con economía y transporte sostenibles.

En suma, esta inversión adicional refleja la determinación del estado de avanzar hacia un futuro más limpio y saludable, con beneficios directos para las comunidades vulnerables y la juventud, en línea con su agenda climática y de justicia social.