Las autoridades de Nueva York implementan innovadoras medidas con drones y realidad virtual para proteger a los bañistas de posibles encuentros con tiburones y peligros en las playas de Long Island este verano.

Antes del inicio oficial del fin de semana del 4 de julio y en preparación para la temporada de playa y natación, la gobernadora Kathy Hochul anunció hoy las nuevas medidas adoptadas para mantener la seguridad en las playas del Parque Estatal de Long Island.

Estas acciones incluyen la incorporación de tecnología avanzada, como drones y gafas de realidad virtual, con el objetivo de detectar y prevenir posibles riesgos por la presencia de tiburones y otras especies marinas peligrosas en las aguas del estado.

Supuestamente, las autoridades de Nueva York han dedicado recursos significativos para reforzar la vigilancia en las playas, conscientes de la importancia que tienen estos espacios para habitantes locales y turistas.

La Oficina de Parques, Recreación y Preservación Histórica en colaboración con el Departamento de Conservación Ambiental (DEC), amplió la flota de drones, pasando de 22 a 28 unidades en total.

Además, se capacitó a 8 nuevos operadores, sumando un total de 48 profesionales capacitados para manejar estos dispositivos en operaciones de vigilancia y rescate.

Uno de los drones, de gran tamaño y equipado con cámaras térmicas, telémetro láser y cámaras de alta definición, también puede ser utilizado en condiciones climáticas adversas y durante la noche.

Supuestamente, este dron puede incluso lanzar dispositivos de flotación en situaciones de emergencia, reforzando así la capacidad de respuesta ante incidentes.

La presencia de tiburones en las playas de Long Island ha generado preocupación en los últimos años, aunque las cifras oficiales muestran que los incidentes son poco frecuentes.

Sin embargo, el temor se ha incrementado debido a avistamientos ocasionales, que llevan a la suspensión temporal de las actividades acuáticas en las zonas afectadas.

Cuando se detecta un tiburón, las autoridades suspenden inmediatamente la natación y retiran a los bañistas del agua. La colaboración con el Departamento de Conservación Ambiental permite confirmar estos avistamientos y reanudar las actividades solo una hora después del último avistamiento confirmado.

Supuestamente, además de los drones, se ha notificado a un grupo de más de 200 personas, compuesto por municipios, agencias y operadores de playas privadas, para que puedan actuar rápidamente ante cualquier situación de riesgo.

El Comisionado Pro Tempore de Parques Estatales, Randy Simons, afirmó que la tecnología de punta y la preparación del personal permiten ofrecer una mayor protección a los visitantes.

Por su parte, la Comisionada del DEC, Amanda Lefton, destacó que las playas de Long Island representan un patrimonio natural y recreativo invaluable.

Ella aconseja a los bañistas seguir recomendaciones básicas para evitar encuentros peligrosos, como evitar nadar en zonas con bancos de peces, en horas nocturnas o en aguas turbias, y siempre permanecer en grupos cerca de la orilla.

Supuestamente, en un esfuerzo por concienciar a la población sobre los riesgos en el agua, se han adquirido gafas de realidad virtual que simulan las corrientes de resaca.

Estas gafas, desarrolladas con tecnología de la Universidad de Hofstra y financiadas por New York Sea Grant, se utilizarán en eventos educativos desde mayo hasta septiembre de 2025.

La iniciativa busca que tanto residentes como turistas comprendan mejor los peligros de las corrientes, que en Estados Unidos provocan miles de rescates anuales y, lamentablemente, decenas de muertes.

Las corrientes de resaca son canales de agua rápida que se forman cerca de zonas poco profundas y pueden atraparte si no se tiene precaución. La recomendación general es mantener la calma, nadar en paralelo a la orilla y flotar si se está cansado. Supuestamente, estas gafas también permitirán a los usuarios experimentar en primera persona la sensación de ser atrapados en una corriente y aprender cómo actuar.

El programa de seguridad acuática de Long Island se ha extendido este verano a varios parques, con actividades programadas en fechas específicas, incluyendo paseos marítimos, demostraciones y charlas informativas.

La finalidad es reducir los riesgos y promover una cultura de respeto y precaución en las playas, garantizando que todos puedan disfrutar del verano de forma segura.

En conclusión, la combinación de tecnología avanzada, educación pública y vigilancia constante posiciona a Long Island como uno de los destinos más seguros para el verano en Estados Unidos.

Supuestamente, estas medidas también sirven para reforzar la confianza en la seguridad de las playas, permitiendo que tanto locales como visitantes disfruten del mar, el sol y el aire libre con mayor tranquilidad.