La gobernadora Kathy Hochul denuncia que una nueva normativa federal podría dejar a más de 750,000 niños pequeños sin acceso a su seguro médico en el estado, poniendo en riesgo avances en salud infantil. La administración estatal promete tomar medidas para proteger la cobertura de Medicaid y Child Health Plus.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha lanzado una dura advertencia acerca de las posibles consecuencias que tendría una nueva política implementada a nivel federal para la cobertura médica de los niños más pequeños en el estado.
Según supuestamente informes recientes, esta normativa, que entraría en vigor en 2027, podría poner en riesgo la continuidad del seguro médico para más de 750,000 menores de seis años en todo el territorio neoyorquino.
Supuestamente, la política en cuestión ha sido diseñada por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) y busca eliminar progresivamente los programas que garantizan la cobertura continua para las poblaciones vulnerables, incluyendo a los niños inscritos en Medicaid y Child Health Plus.
La gobernadora Hochul aseguró que esta propuesta federal sería un retroceso significativo en los esfuerzos que se han hecho en los últimos años para asegurar que los menores tengan acceso a atención médica durante los años más críticos de su desarrollo.
El estado de Nueva York, en respuesta a esta amenaza, recientemente implementó una política que asegura la cobertura ininterrumpida para los niños desde su nacimiento hasta los seis años, protegiéndolos de perder su seguro ante cambios en las circunstancias familiares.
Sin embargo, supuestamente, la carta de los CMS indica que el gobierno federal no apoyará futuras extensiones ni iniciativas similares, lo que podría dejar a una generación de niños en situación de vulnerabilidad.
Históricamente, Nueva York ha sido pionero en la protección de la salud infantil. Desde la creación de programas como Medicaid y Child Health Plus, el estado ha logrado reducir significativamente las tasas de niños sin cobertura médica.
Se estima que antes de estos programas, en la década de 1960, millones de niños en Estados Unidos estaban sin acceso a atención adecuada, una situación que el sistema público de salud busca remediar desde entonces.
La supuesta eliminación de la cobertura puede tener consecuencias duraderas. Expertos en salud pública advierten que las brechas en la atención en la niñez pueden afectar no solo la salud física, sino también el bienestar mental, el rendimiento escolar y las oportunidades futuras.
La situación se complica aún más por la reciente historia política de Estados Unidos, donde diferentes administraciones han variado en su enfoque hacia la protección social y la salud pública, pero siempre con avances importantes en las últimas décadas.
El Dr. James McDonald, Comisionado de Salud de Nueva York, afirmó que garantizar el acceso a la atención médica en los primeros años de vida es una inversión esencial para la salud pública y el desarrollo del potencial de cada niño.
Por su parte, diversos líderes políticos, incluyendo al senador Charles Schumer y a la senadora Kirsten Gillibrand, han expresado su rechazo a esta política federal, calificándola de injusta y perjudicial.
Supuestamente, las cifras de inscripción reflejan la magnitud del impacto: en el condado de Queens, más de 89,000 niños están inscritos en Medicaid, y en la ciudad de Nueva York en general, más de 32,500 menores dependen de estos programas para su salud.
Si la política federal se mantiene, estos números podrían disminuir drásticamente, dejando a muchos niños sin protección en un momento crucial de su desarrollo.
Desde la perspectiva histórica, la lucha por la salud infantil en Estados Unidos ha sido una constante. Programas como Medicaid, establecido en 1965, y Child Health Plus, creado en 1997, han sido considerados pilares fundamentales para reducir la desigualdad en el acceso a la atención médica.
La posible reversión de estos avances supone un riesgo para la equidad social y el bienestar de las futuras generaciones.
En conclusión, las autoridades de Nueva York están decididas a usar todos los recursos a su alcance para defender a sus niños. La gobernadora Hochul y otros dirigentes han prometido que, en caso de que la política federal avance, implementarán medidas adicionales para salvaguardar la cobertura médica infantil.
La comunidad y los profesionales de la salud esperan que estas acciones sean suficientes para evitar un retroceso en los logros alcanzados y garantizar un inicio saludable para todos los menores del estado.