El gobernador Hochul anuncia un plan de mil millones de euros para acelerar proyectos verdes en Nueva York, creando empleos y reduciendo emisiones en medio de desafíos federales.
En un evento destacado realizado hoy, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, presentó los próximos pasos de su ambicioso Programa de Futuro Sostenible, una inversión histórica de aproximadamente 1.000 millones de euros destinada a acelerar proyectos de transición hacia un futuro más limpio y ecológico en el estado. Este esfuerzo sin precedentes busca no solo generar empleos bien remunerados, sino también reducir los costos energéticos para los residentes y disminuir las emisiones contaminantes, en un contexto en el que las políticas federales parecen menos comprometidas con la causa ambiental.
Supuestamente, esta inversión forma parte de un compromiso más amplio de los estados miembros de la Alianza por el Clima, un grupo que reúne a 24 estados en los Estados Unidos que, a pesar de las adversidades en Washington, continúan liderando en materia de políticas verdes.
La Alianza ha logrado reducir las emisiones en estos estados en un 24% desde 2005, un logro que presuntamente supera las metas establecidas para 2025, cuando la reducción prevista era del 26%.
Estos resultados, que se han obtenido antes de lo esperado, demuestran que es posible crecer económicamente y proteger el medio ambiente simultáneamente, desafiando las opiniones que aseguraban que ambas metas eran incompatibles.
La gobernadora Hochul destacó que, en medio de una década marcada por desafíos políticos y económicos, Nueva York ha mantenido su compromiso con la sostenibilidad.
La inversión de 1.000 millones de euros se dirige a diversos ámbitos, incluyendo la eficiencia energética en hogares y edificios públicos, la transición a energías renovables, y la modernización del transporte con autobuses sin emisiones y estaciones de carga para vehículos eléctricos.
Supuestamente, al menos 45 millones de euros se destinarán a programas para ayudar a las familias a hacer sus viviendas más eficientes, con la instalación de bombas de calor y mejoras en aislamiento, lo que ya ha beneficiado a más de 4.500 hogares, generando un ahorro significativo en las facturas de energía de las familias. Además, 13 millones de euros se invertirán en escuelas públicas para mejorar su salud y eficiencia energética, mientras que 180 millones de euros se asignarán a la modernización de edificios universitarios y viviendas sociales.
En cuanto al transporte, se estima que cerca de 23 millones de euros se dedicarán a la adquisición de autobuses sin emisiones y a la expansión de infraestructura de carga eléctrica en la ciudad y en zonas suburbanas.
También, la inversión en proyectos de energía renovable continúa en marcha, con cerca de 180 millones de euros destinados a acelerar la construcción de parques eólicos y solares, además de planear la implementación de un primer reactor nuclear avanzado, presuntamente para diversificar las fuentes de energía y reducir aún más la dependencia de los combustibles fósiles.
Supuestamente, estas acciones se complementan con esfuerzos para proteger recursos naturales y reducir la contaminación en el Lago Erie, donde la contaminación de antiguas plantas industriales ha causado daños ecológicos considerables.
La gobernadora también mencionó que, en 2024, Nueva York firmó un fondo especial de 4.2 mil millones de euros para la protección del medio ambiente, un esfuerzo que busca dejar atrás la carga de los costos de mitigación en los consumidores y que ha sido objeto de controversias legales.
Por otro lado, Hochul subrayó la importancia de mantener los costos de energía asequibles para los ciudadanos, destacando programas de créditos y rebajas que ayudan a las familias a afrontar la inflación y los precios elevados.
Desde la implementación de medidas como el cobro por congestión en la ciudad, se ha logrado reducir en casi 18 millones el número de viajes en zonas restringidas, lo que ha contribuido a una notable disminución de emisiones y a una mejor calidad del aire.
En resumen, mientras las políticas federales enfrentan obstáculos, Nueva York continúa avanzando con determinación en la lucha contra el cambio climático, impulsando proyectos innovadores y reafirmando su compromiso con un futuro sustentable.
La inversión millonaria no solo representa un paso decisivo hacia la descarbonización del estado, sino también una oportunidad para consolidar un modelo de desarrollo económico verde y resiliente, que podría servir de ejemplo para otras regiones a nivel mundial.