El gobierno de Nueva York destinará 38 millones de euros a proyectos de conservación y protección del agua en los lagos Finger Lakes, con el objetivo de reducir floraciones de algas peligrosas y mejorar la calidad del agua en la región. La iniciativa busca apoyar a los agricultores y fortalecer la resiliencia del ecosistema acuático.

El gobierno del estado de Nueva York anunció hoy una inversión de aproximadamente 38 millones de euros (equivalente a 42 millones de dólares) destinada a la región de los lagos Finger Lakes para implementar proyectos prioritarios que ayuden a mitigar las floraciones de algas nocivas (HABs, por sus siglas en inglés).

Esta iniciativa forma parte de los compromisos del gobernador Kathy Hochul en su discurso del Estado de la Unión 2024, enfocados en acciones concretas para preservar la calidad del agua y reducir los factores que contribuyen a estas peligrosas floraciones.

La inversión será canalizada a través de la Coalición de los Finger Lakes del Este, que agrupa a 11 distritos de conservación de suelos y agua y siete de los lagos principales de la región: Canandaigua, Keuka, Seneca, Cayuga, Owasco, Skaneateles y Otisco.

La financiación, proveniente en parte de la Ley de Bonos para el Medio Ambiente de 2022, busca impulsar proyectos innovadores tanto en las granjas como en la gestión de recursos hídricos, con el fin de reducir la escorrentía de nutrientes y sedimentos que alimentan las floraciones algales.

Este apoyo económico permitirá a los agricultores implementar prácticas de gestión de nutrientes, controles de erosión y sedimentación, así como medidas para la gestión de aguas pluviales.

La prioridad será fortalecer los programas de gestión ambiental agrícola (AEM) y mejorar la resiliencia ante inundaciones, estabilizando ríos vulnerables y modernizando alcantarillas y obras de drenaje en caminos empinados.

Desde hace varios años, las autoridades han reconocido que las floraciones de algas nocivas representan una amenaza para la salud pública, el turismo y la economía local.

En los últimos cinco años, más de 66 millones de euros (equivalentes a 73 millones de dólares) han sido invertidos en proyectos para reducir la carga de nutrientes en los lagos, logrando disminuir en aproximadamente 29.700 kilos la cantidad de fósforo, 680.000 kilos de nitrógeno, y aproximadamente 39 millones de kilos de sedimentos anualmente.

El Departamento de Conservación Ambiental (DEC) de Nueva York ha liderado esfuerzos para identificar las causas principales de estas floraciones, realizando análisis de carga máxima diaria en diferentes lagos y promoviendo planes de protección específicos para cada cuenca hidrográfica.

Además, desde 2014, el estado ha destinado más de 52 millones de euros (unos 55 millones de dólares) en proyectos de conservación y restauración, incluyendo adquisición de tierras para la protección del agua, estabilización de riberas y control de escorrentía.

Las autoridades también mantienen una vigilancia activa a través del sistema interactivo NYHABS, que permite a la comunidad reportar floraciones sospechosas y ayuda a los expertos a tomar decisiones rápidas para prevenir riesgos a la salud y al medio ambiente.

La temporada de verano, con temperaturas más altas y mayor radiación solar, sigue siendo el período de mayor riesgo para la proliferación de estas algas.

El compromiso del estado no solo se refleja en la protección de los lagos, sino también en la inversión en infraestructura y en programas de asistencia técnica a comunidades rurales y pequeñas.

El presupuesto para proyectos de mejora de la calidad del agua sigue creciendo, con un plan de asignación de más de 4.5 mil millones de euros (unos 5 mil millones de dólares) en los próximos años, buscando garantizar agua limpia y segura para todos.

La estrategia también contempla esfuerzos para promover prácticas agrícolas sostenibles, mejorar las capacidades de gestión del agua en municipios y fortalecer la resiliencia frente al cambio climático.

La colaboración entre el Departamento de Agricultura, el DEC, las comunidades locales y los agricultores será clave para alcanzar estos objetivos.

En suma, esta inversión representa un paso importante para asegurar la protección de los recursos acuáticos en los Finger Lakes, beneficiando no solo al ecosistema sino también a las comunidades que dependen de estos lagos para su recreación, turismo y sustento económico.

La acción coordinada y sostenida en el tiempo será fundamental para reducir las floraciones de algas nocivas y mantener la belleza y salud de estos emblemáticos lagos de Nueva York.