Francia ha rechazado la solicitud para trasladar a dos orcas a un santuario propuesto en Nueva Escocia, dejando incierto su futuro.
Una nueva complicación ha surgido en la propuesta de crear un santuario para orcas en la costa oriental de Nueva Escocia.
La solicitud para trasladar a dos orcas desde Marineland Antibes, en Francia, al santuario propuesto por el Whale Sanctuary Project, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos, ha sido rechazada por el gobierno francés.
Este santuario, planeado cerca de Sherbrooke, Nueva Escocia, se enfrenta a retrasos significativos, lo que ha generado preocupación sobre el futuro de los animales en cuestión.
La reciente decisión de Francia se considera un obstáculo considerable, ya que el parque de Antibes cerró de forma permanente este mes y tiene la obligación legal de liberar a las orcas antes de diciembre del próximo año.
Según la ministra de transición ecológica de Francia, Célia de Lavergne, hay inquietudes sobre si el santuario estará listo a tiempo para recibir a las orcas.
Su carta, que fue traducida y compartida por el Whale Sanctuary Project, expresa que se necesita una evaluación más realista del progreso del santuario.
Además de la falta de preparación del santuario, la ministra también mencionó cuestiones relacionadas con la adaptación de las orcas a las temperaturas del agua natural.
Desde el Whale Sanctuary Project, se ha afirmado que estas preocupaciones fueron abordadas en una propuesta enviada al gobierno francés meses atrás.
Lori Marino, presidenta del proyecto, expresó su esperanza de que las autoridades reconsideren la decisión y se sienten a dialogar sobre el bienestar de los animales.
Las orcas en cuestión, Wikie y Keijo, fueron objeto de interés por parte del proyecto desde abril de 2024, cuando se esperaba que el santuario estuviese preparado para recibirlas en el verano.
El objetivo inicial era facilitar su adaptación antes de la llegada del invierno.
Sin embargo, el tiempo corre y las demoras podrían poner en riesgo este plan.
Phil Demers, cofundador del grupo de defensa Urgent Seas, expresó que aunque la idea de un santuario es positiva en teoría, la falta de avances ha echado atrás a muchos partidarios del proyecto.
"Llega un punto en el que es irresponsable y peligroso seguir insistiendo en que eres una ubicación viable para estos animales cuando en realidad no lo eres", declaró Demers.
Aunque los esfuerzos continúan, se ha planteado que, si el refugio no se concreta, las orcas podrían terminar en Loro Parque, un zoológico marino en España, lo que implicaría un retorno a un entorno similar al que buscan evitar.
Marino argumentó que esto contradice el propósito del proyecto, que es ofrecer un espacio natural y seguro para los cetáceos liberados.
Los organismos reguladores de Canadá, incluidos Fisheries and Oceans Canada y el Departamento de Recursos Naturales de Nueva Escocia, están trabajando en la evaluación de los riesgos ecológicos y sanitarios asociados con la propuesta del santuario.
Cualquier aplicación será sujeta a una revisión provincial minuciosa, destacando la importancia de asegurar el bienestar animal en cualquier decisión futura.
El tema de los santuarios marinos y de la rehabilitación de las especies cautivas ha cobrado relevancia en los últimos años, reflejando un cambio en la percepción y tratamiento de los animales en cautiverio.
A medida que la presión pública crece para proteger a estos animales y su hábitat, es crucial que se encuentran soluciones efectivas que beneficien tanto a los animales como a los entornos a los que deberían regresar.