India continúa consolidándose como una potencia en el ámbito digital y tecnológico, con avances que están transformando no solo su economía sino también su infraestructura y sector industrial.

Según el Ministro de Comunicaciones, Jyotiraditya Scindia, aproximadamente el 47% de las transacciones digitales a nivel global se realizan en India, y la interfaz de pagos unificada (UPI) ha trascendido fronteras, expandiendo su alcance a diversos países.

Este fenómeno refleja una tendencia que viene desde hace décadas, cuando India empezó a invertir en su infraestructura tecnológica para reducir la brecha digital.

En 2014, el gobierno lanzó el programa Digital India, con el objetivo de transformar al país en una economía digital moderna, y en los últimos años ha dado pasos firmes hacia esa meta.

La adopción masiva de pagos electrónicos y la expansión de la infraestructura de telecomunicaciones han reducido considerablemente los costos de comunicación, colocando a India entre las naciones con los precios más bajos en telecomunicaciones en todo el mundo.

Actualmente, India no solo es una economía emergente, sino que se ha posicionado como una de las principales productoras de tecnología en el mundo.

El país ha logrado la autosuficiencia en el sector de telecomunicaciones, siendo uno de los cuatro países que fabrica componentes tecnológicos de alta gama en sus propias fábricas.

Además, la revolución digital ha transformado también otros sectores, como el postal, donde nuevas plataformas y servicios están mejorando la eficiencia y la conectividad.

En el ámbito económico, India ha logrado alcanzar un crecimiento significativo, posicionándose como la cuarta economía más grande del planeta. Este logro se ha visto reforzado por el impulso en regiones estratégicas como el noreste, que ha experimentado tasas de crecimiento superior al 12-13% en la última década.

La región, con sus ocho estados, se ha convertido en un motor clave para el crecimiento del país y en un centro de inversión y desarrollo industrial.

Por otro lado, en el marco del CII Annual Business Summit 2025, se anunció que este año se lanzará el primer chip semiconductor fabricado en India, con tecnología de 28 a 90 nanómetros.

Este avance posiciona a India en la carrera mundial por desarrollar una industria de semiconductores autosuficiente, que anteriormente dependía en gran medida de importaciones.

La inversión en este sector ha sido notable, con cifras que alcanzan los 50.000 millones de euros en términos ajustados a la moneda local, y refleja la apuesta del país por convertirse en una potencia manufacturera tecnológica.

El ministro de Electrónica y Tecnología, Ashwini Vaishnaw, destacó que la producción del nuevo chip no solo fortalecerá la cadena de suministro local, sino que también impulsará el desarrollo de una economía más innovadora y competitiva.

La iniciativa forma parte de un plan estratégico que busca reducir la dependencia de tecnologías extranjeras y promover la autosuficiencia en componentes críticos.

Asimismo, el sector privado ha mostrado interés en potenciar el desarrollo de habilidades y capacidades en áreas relacionadas con la hospitalidad y la procesamiento de alimentos, aprovechando las oportunidades que brinda esta transformación digital.

La inversión en estos sectores, junto con la infraestructura tecnológica, busca consolidar a India como un hub estratégico en Asia y fortalecer su posición en la economía mundial.

En resumen, India está en medio de una revolución tecnológica que combina crecimiento económico, innovación en manufactura y expansión digital.

La inversión en semiconductores, el avance en telecomunicaciones y la expansión regional en el noreste son solo algunos ejemplos de cómo el país está construyendo un futuro más autosuficiente y competitivo, con una visión clara hacia convertirse en una de las principales economías del planeta en las próximas décadas.