La venerable tortuga gigante de Galápagos, conocida como Gramma, que se estimaba tenía aproximadamente 141 años, ha fallecido en el zoológico de San Diego. Este ejemplar, considerado el residente más longevo del zoológico, vivió varias décadas bajo la atención de los cuidadores y fue un símbolo de conservación y longevidad.

Gramma, una tortuga gigante originaria de las Islas Galápagos, ha pasado a la historia del zoológico de San Diego como su residente más longevo tras fallecer a la edad aproximada de 141 años.

La noticia ha generado una profunda tristeza entre empleados, visitantes y expertos en vida silvestre, ya que este ejemplar representaba no solo la longevidad, sino también la perseverancia de una especie que ha enfrentado múltiples amenazas.

La historia de Gramma comienza en las remotas islas volcánicas del archipiélago de Galápagos, un lugar famoso por su biodiversidad única y por haber inspirado las teorías evolutivas de Charles Darwin en el siglo XIX.

Estas tortugas son conocidas por su longevidad excepcional, muchas de ellas superando los 100 años en estado salvaje, y alcanzando a veces más de 150 años en cautiverio.

La especie en la que se incluía Gramma ha sido una de las más estudiadas en todos los tiempos, debido a su resistencia y a sus oportunidades de reproducción en hábitats controlados.

Se sabe que Gramma llegó al zoológico de San Diego en los primeros años del siglo XX, aproximadamente en 1928 o 1931, proveniente del Bronx Zoo en Nueva York, como parte de los esfuerzos por exhibir y preservar especies amenazadas.

Desde entonces, durante casi un siglo, fue una presencia constante para el público, quien solía conocerla como