Bitcoin cae tras intentar acercarse a los 89.000 dólares, situándose alrededor de €80.190, frente a €80.960 de ayer. La corrección se produce en un contexto de inflación, cambios en tasas de interés y volatilidad global que condicionan el ánimo de los inversores y la actividad de trading.
El precio de Bitcoin volvió a mostrar debilidad frente al repunte de días previos, registrando una caída frente a la jornada anterior. A las 12:05 a. m. IST, BTC se cotizaba en torno a los 80.190 euros, frente a los 80.960 euros que se observaban ayer, en una señal de que la trayectoria alcista que llevó al activo a rozar los 81.880 euros durante la sesión anterior podría estar cediendo terreno ante la nueva volatilidad.
Supuestamente varios factores macroeconómicos habrían estado influyendo en estas fluctuaciones, entre ellos la persistencia de la inflación en distintas regiones, cambios esperados en las tasas de interés y la volatilidad global de los mercados, que continúan moldeando el sentimiento de los inversores y su comportamiento de compra y venta.
Para entender el contexto, analistas señalan que el tramo reciente del mercado ha estado marcado por una fuerte cautela entre los operadores de activos de alto riesgo.
Aunque Bitcoin ha mostrado intentos de estabilización en rangos cercanos a la franja de 80.000 a 82.000 euros, la presión de la economía global mantiene al activo en un terreno de alta sensibilidad a las noticias macro y a las decisiones de políticas monetarias.
Presuntamente, a principios de noviembre, Bitcoin habría superado los 90.000 dólares, lo que equivale aproximadamente a unos 82.800 euros, para luego reacomodarse en niveles más bajos ante la cautela de los inversores y la revisión de datos económicos. Este hito histórico se cita en varios reportes como referencia de la volatilidad reciente.
En el corto plazo, los analistas advierten que el precio podría seguir fluctuando en un rango estrecho entre los 80.000 y los 82.000 euros, a la espera de nuevas señales sobre inflación y política monetaria. Si se confirman indicadores de mejora en la inflación o una menor aversión al riesgo, el activo podría verse impulsado; de lo contrario, la presión bajista podría persistir durante las próximas jornadas.
Además, algunos observadores señalan que la correlación entre Bitcoin y otros activos de riesgo seguirá condicionando la dirección de las operaciones, especialmente en mercados con alta exposición a noticias económicas y a movimientos regulatorios.
En definitiva, el panorama actual exige cautela, pero también la posibilidad de cambios de tendencia si llegan datos que alteren la percepción sobre la fortaleza de la economía global y el costo del dinero.