La batería de un auto es uno de los componentes que pasa desapercibido para muchos conductores, hasta que comienza a presentar fallos que afectan el rendimiento del vehículo.

Este componente es esencial, ya que proporciona la energía necesaria para arrancar el motor y alimenta todos los sistemas eléctricos del vehículo cuando está detenido, como las luces, la radio, el sistema multimedia, los levantavidrios y otros dispositivos.

Sin una batería en buenas condiciones, el auto puede experimentar dificultades para arrancar y, en casos extremos, quedar completamente inmovilizado en la vía.

La vida útil promedio de una batería de coche oscila entre tres y cinco años, aunque, con un correcto mantenimiento, puede extenderse hasta los seis años.

Factores como el clima, el uso del vehículo y la cantidad de sistemas electrónicos influyen en su desgaste. Por ejemplo, en regiones con temperaturas extremas, especialmente en calor intenso, el deterioro de la batería se acelera. Es fundamental que los conductores presten atención a las señales de advertencia para evitar sorpresas desagradables.

Uno de los principales indicadores de una batería en malas condiciones es el arranque lento del motor. Si al girar la llave o presionar el botón de encendido el vehículo tarda más en reaccionar, es probable que la batería esté perdiendo eficiencia.

También se manifiesta en luces más tenues, ralentización de los levantavidrios o el reinicio inesperado de dispositivos electrónicos. La luz en el tablero de instrumentos que indica la batería o la famosa luz de “Check Engine” también puede encenderse cuando hay problemas con la alimentación eléctrica.

En ocasiones, se pueden observar signos visibles de desgaste, como hinchazón, corrosión en los bornes o un olor a azufre proveniente de la batería, lo que indica desgaste avanzado.

La antigüedad también es un factor determinante; si la batería supera los cuatro años, es recomendable evaluar su estado, incluso si no presenta fallas evidentes.

Para prolongar la vida útil de la batería, algunos cuidados sencillos son recomendables. Estos incluyen revisar periódicamente los bornes para asegurar que estén limpios y ajustados, apagar luces y sistemas eléctricos cuando no se usan, evitar encender la radio o el aire acondicionado antes de que el motor arranque, y arrancar el vehículo periódicamente si permanece estacionado por largos períodos.

Además, evitar exponer el auto a temperaturas extremas, ya que el calor contribuye a acelerar su deterioro.

En caso de que la batería no tenga suficiente carga y el auto no encienda, puede realizarse una solución temporal mediante un puente con cables y una batería en buen estado.

Sin embargo, esto solo es un remedio provisional; lo más recomendable es acudir a un taller especializado para realizar una medición del voltaje con un tester.

En condiciones óptimas, una batería en buen estado debería marcar alrededor de 12,6 voltios en reposo. Si el voltaje es menor, indica que la batería necesita ser reemplazada.

En términos de costos, los precios de una batería nueva varían según la marca, capacidad y características específicas del vehículo. En Europa, el costo promedio para adquirir una batería de calidad oscila entre 70 y 150 euros. La diferencia de precio también puede depender del tamaño y la potencia requerida por el modelo del automóvil. Es importante considerar que, si bien el costo puede parecer elevado, una batería en buenas condiciones contribuye a la seguridad vial, evita gastos mayores en reparaciones por daños a otros sistemas y garantiza un arranque confiable en cualquier condición climática.

Mantener la batería en buen estado y reemplazarla cuando sea necesario no solo prolonga la vida útil del vehículo, sino que también evita gastos inesperados.

Es fundamental que los conductores aprendan a reconocer las señales de desgaste y a seguir prácticas de mantenimiento correctas para asegurarse de que su auto esté siempre preparado para cualquier viaje.