Con los precios de los combustibles en constante aumento, los conductores buscan maneras de ahorrar en sus desplazamientos. Aquí te presentamos cinco recomendaciones para disminuir el consumo de gasolina y diésel en tus vehículos, sin importar su tipo o motor.

Ante la escalada en los precios de la gasolina y el diésel en los países europeos, muchas familias y conductores particulares están preocupados por el incremento en los gastos de movilidad.

Desde mediados de 2022, los principales países del continente han observado aumentos significativos en los costos de los carburantes, en algunos casos superar los 2 euros por litro de gasolina y 2,3 euros por litro de diésel.

Este escenario ha llevado a que la eficiencia en el consumo de combustible se convierta en una prioridad, tanto para aquellos que conducen vehículos particulares como para flotas comerciales.

La buena noticia es que, independientemente del modelo o el tipo de motor, pequeños cambios en la forma de manejar y en los cuidados del vehículo pueden marcar una diferencia notable en el gasto mensual.

Uno de los aspectos más efectivos es la forma de conducir. La conducción suave y constante evita aceleraciones y frenazos bruscos, que son los principales enemigos de un consumo eficiente. Estudios realizados por instituciones automovilísticas en Europa indican que conducir de manera tranquila puede reducir el gasto en combustible hasta en un 15%, resultado que se traduce en ahorros económicos y en menor emisión de gases nocivos.

Otro consejo clave es mantener la presión de los neumáticos en niveles adecuados, revisándola al menos una vez al mes. Neumáticos desinflados incrementan la resistencia al rodamiento, lo que obliga al motor a trabajar más y, por ende, consumir más carburante. La presión recomendada suele estar indicada en la puerta del conductor o en el manual del vehículo.

El peso adicional también influye considerablemente en el consumo. Llevar accesorios o cargas innecesarias en el maletero o en el portaequipajes del techo puede incrementar en un 10% el gasto de combustible, según estudios del sector.

Por ello, es recomendable sacar objetos que no se utilicen regularmente y eliminar cargas extras que puedan aumentar la resistencia aerodinámica.

Además, usar el aire acondicionado con moderación puede ayudar a reducir el consumo. Aunque en ciudad y en trayectos cortos activar el aire acondicionado puede suponer un aumento en el gasto del 5 al 10%, en viajes largos mantener las ventanas cerradas y usar el aire acondicionado a baja velocidad suele ser más eficiente que circular con el viento en contra.

Por último, realizar un correcto mantenimiento del vehículo es esencial. Cambiar los filtros de aire y aceite en los tiempos recomendados, revisar las bujías y realizar las inspecciones periódicas garantizan que el motor funcione en condiciones óptimas.

Un filtro de aire sucio, por ejemplo, puede incrementar el consumo en un 10%, sin que el conductor se percate.

En una era donde el precio del litro de combustible sigue en ascenso, aplicar estos sencillos consejos puede suponer un ahorro considerable en el presupuesto mensual de los conductores.

Además de disminuir los costos, contribuyen a reducir las emisiones contaminantes, fomentando una movilidad más sostenible en un contexto de urgentes desafíos ambientales.