El Bugatti Mistral, último modelo con motor W16, destaca por su lujo, rendimiento y exclusividad en una tirada de 99 unidades. Su entrega reciente en Miami combinó espectáculo y tecnología, con la participación de Mate Rimac y una carrera frente al mar contra un yate de pesca.
El Bugatti Mistral se presenta como la cúspide de la exclusividad en la gama de la firma francesa. Este hiperdeportivo descapotable, limitado a 99 unidades en todo el mundo, está destinado a un selecto círculo de coleccionistas que buscan lo excepcional.
Cada unidad representa años de desarrollo, diseño y artesanía que combinan materiales ultraligeros, carrocería de lujo y una experiencia de conducción que trasciende lo meramente mecánico.
En un mercado de autos de edición limitada, el Mistral se percibe como una pieza que trasciende su funcionalidad para convertirse en una afirmación de estatus y tecnología.\nEl corazón del Mistral es un motor W16 de 8.0 litros, con cuatro turbocompresores, capaz de entregar 1.600 caballos de fuerza. Con esa potencia sobredimensionada, el coche puede acercarse a velocidades que dejan atónitos incluso a los veteranos del sector, y su cabina de techo descapotable añade una capa de versatilidad para un coche tan extremo.
Con esa configuración, Bugatti promete una velocidad punta que roza las 420 km/h y una aceleración que desafía las leyes de la física. A diferencia de otros superdeportivos, el Mistral no es un modelo de reconfiguración de un chasis existente, sino una evolución que aprovecha la base técnica desarrollada a lo largo de las dos últimas décadas, consolidando al W16 como símbolo de potencia y precisión.\nEste modelo representa la última entrega de Bugatti en la que se emplea el famoso motor W16, un bloque que ha definido la potencia y la ingeniería de la marca desde hace más de veinte años.
Su precio oficial es superior a los cinco millones de euros, lo que sitúa al Mistral en la cúspide de la escala de precios de los hipercoches. Más allá de la cifra, la exclusividad radica en el número de unidades: cada coche es de producción limitada, fabricado a mano y con un grado de personalización que convierte a cada unidad en una pieza única para su dueño.\nEn un episodio que pronto se convirtió en un fenómeno en la escena automovilística, la entrega de uno de estos automóviles de 1.600 caballos se transformó en un espectáculo en Miami. Según Luxury Launches, Anthony L. Hsieh, un empresario estadounidense, recibió su Bugatti Mistral y decidió estrenarlo con una carrera frente al mar contra un yate de pesca de alto rendimiento, el Badco 50 Gameboat.
Las imágenes de la prueba se difundieron en redes y medios especializados, capturando la atención de aficionados y críticos por igual, porque un coche tan caro y poderoso cruzó la costa en una escena que parecía sacada de una película.\nEl momento no pasó desapercibido en la propia Bugatti. Mate Rimac, fundador de la firma croata Rimac —actualmente al frente de Bugatti como parte del grupo Bugatti Rimac— intervino en la presentación y terminó participando activamente en el evento.
Rimac subió a las redes un vídeo en el que se ve al propietario, y a él mismo al volante, comentando la idea de una competencia entre una máquina de carretera y una embarcación de alto rendimiento.
Según Luxury Launches, Rimac logró convencer a las autoridades para cerrar temporalmente una de las rutas costeras de Miami y permitir el desafío, sumando teatralidad al encuentro y haciendo tangible la promesa de que el Mistral no teme a entornos fuera de la pista.\nMás que una simple entrega, el episodio dejó claro que para un segmento de millonarios la experiencia de recibir un automóvil puede convertirse en un espectáculo público y en una demostración de poder tecnológico.
A nivel histórico, el Mistral cierra un capítulo importante de Bugatti: es el último modelo impulsado por el icónico motor W16, una unidad que marcó dos décadas de historia de la marca y que, con este modelo, cierra su ciclo activo para dar paso a nuevas soluciones energéticas y de movilidad.
En el marco ampliado de la industria, la saga de Bugatti Rimac refleja una tendencia hacia la consolidación de alianzas entre firmas de hypercars y tecnología eléctrica, con un futuro que ahora mira hacia la sostenibilidad sin renunciar a la emoción que caracteriza a estas máquinas.}