El Salón del Automóvil de Munich 2025 ha mostrado un renovado escenario para la industria automotriz, con un énfasis en la electromovilidad más accesible y una expansión significativa de marcas chinas que buscan consolidarse en Europa, mientras surgen debates sobre las regulaciones ambientales.

El reciente Salón del Automóvil de Munich 2025 ha marcado un punto de inflexión en la escena automotriz europea, mostrando una feria con un carácter más empresarial y con un fuerte despliegue de novedades en relación a modelos eléctricos y tecnologías relacionadas.

Esta edición, que ha reemplazado en importancia al tradicional Salón de Frankfurt, ha evidenciado una clara apuesta por la movilidad eléctrica económica y accesible, además de consolidar la presencia de empresas chinas en el mercado europeo.

A diferencia de años anteriores, donde los autos con motores de combustión parecían condenados a desaparecer favorecidos por las normativas medioambientales, en Munich se ha visto un retorno y una cierta revalorización de estos vehículos.

La Unión Europea había establecido el 2035 como la fecha límite para prohibir los motores de combustión, incluso en sistemas híbridos. Sin embargo, países como Alemania están planteando revertir o flexibilizar estas restricciones, considerando que la industria automotriz alemana, una de las más importantes del mundo, tiene amplio interés en mantener modelos tradicionales.

El canciller alemán Friedrich Merz expresó que es necesario contar con una normativa europea más flexible, que permita una transición que tenga en cuenta las realidades de la industria.

Por su parte, los representantes de Volkswagen y Porsche han manifestado que las metas establecidas para 2035 no son realistas, proponiendo revisiones anuales para evaluar avances y cambios en las regulaciones.

Desde la presidenta de la Asociación Alemana de la Industria Automotriz, Hildegard Müller, se ha señalado que la política europea debe contribuir a crear un marco sostenible que preserve la tradición industrial y el empleo en Alemania, sin obviar los objetivos medioambientales.

El evento en Munich se ha organizado en diferentes ámbitos: por un lado, una feria con un fuerte carácter empresarial en el centro de exposiciones, donde se evidencian los avances de las principales marcas; y por otro, una exposición pública en las calles de Munich y alrededores, que ha contado con la participación de unas 20 marcas automotrices en un recorrido de aproximadamente 1.000 metros, principalmente en la zona de Odeonplatz. Se estima que esta parte del evento recibirá cerca de 500.000 visitantes, quienes pueden apreciar de primera mano los últimos desarrollos en movilidad.

Entre las novedades destacadas de los fabricantes europeos, Volkswagen ha dado el golpe inicial con su estrategia de modelos compactos y económicos, ahora llamados ID.Polo y ID(Golf), además del prototipo ID.Cross, un SUV eléctrico con un diseño clásico, dimensiones de tamaño medio y una autonomía prevista de 420 kilómetros, que comenzará su comercialización en verano de 2026 en Europa.

La marca también anunció el lanzamiento de un modelo aún más pequeño y barato, denominado ID.Every1, con precio estimado de 19.000 euros, pensado para ampliar la masa de consumidores de movilidad eléctrica.

Mercedes-Benz, BMW, Audi y Renault también mostraron novedades. Mercedes presentó su nuevo GLC eléctrico con una estética moderna y una parrilla de luces LED especialmente diseñada. BMW sorprendió con la exhibición de su SUV eléctrico iX3, que marcará una nueva línea de diseño en futuros modelos, acompañado de un novedoso sistema de información en pantalla extendida.

Audi exhibió la nueva generación del Q3 Sportback y un prototipo llamado Concept C, que anticipa un diseño inspirado en el TT y podría influir en futuros lanzamientos.

Renault, por su parte, desveló la sexta generación del Clio, con versiones híbridas y nafteras, apuntando a una mayor eficiencia y menor consumo.

Sin embargo, la presencia chinesa en Munich fue la característica que más llamó la atención. Empresas como BYD, Leapmotor, Xpeng, GAC, Changan, Aito, Dongfeng y Bao mostraron un gran despliegue de stands y vehículos, reflejando su intención de ampliar su participación en Europa, mercado que consideran crucial para su expansión global.

BYD presentó en Alemania su modelo híbrido enchufable SEAL 6 DM-i, que ofrece una autonomía de 1.500 kilómetros y ha declarado que para el próximo año esperan dominar las ventas de híbridos enchufables en el continente.

Asimismo, Leapmotor, firma que forma parte de Stellantis, presentó su modelo mediano B05, destinado anteriormente al mercado español, con expectativas de llegar pronto a Argentina.

Otras marcas chinas como GAC, Changan, Aito, y Dongfeng también participaron con vehículos y sistemas de movilidad eléctrica y software, reflejando una estrategia de expansión mucho más agresiva que en eventos anteriores.

Este fenómeno no solo implica un aumento en la cantidad de marcas chinas, sino también en la presencia de tecnologías, baterías y servicios asociados, que cada vez adquieren mayor protagonismo en el mercado europeo.

La tendencia apunta a que, en los próximos años, los híbridos enchufables fabricados en Europa, incluidos los que se desarrollan en mercados del Mercosur, utilizarán plataformas y componentes comunes con los productos de las empresas chinas, promoviendo una integración tecnológica global.

En conclusión, Munich 2025 ha dejado en evidencia una industria que está en plena transición, enfrentando debates regulatorios, pero con una clara tendencia hacia la electrificación, la accesibilidad y la internacionalización, especialmente en la influencia de marcas chinas que comienzan a definir con mayor fuerza el futuro del sector automotor en Europa y, progresivamente, en el mundo.