La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó sobre el avance de los Polos para el Bienestar, con 11 en operación, 14 aprobados y 4 en proceso, promoviendo desarrollo territorial y crecimiento económico en todo el país.
El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Economía, ha avanzado en la implementación de los Polos para el Bienestar, una estrategia clave dentro del Plan México para promover el desarrollo económico y social en distintas regiones del país.
La Presidenta Claudia Sheinbaum anunció que actualmente están en marcha 11 Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar (PODECOBI), con una inversión cercana a 1,65 millones de euros (equivalentes a 30 millones de pesos mexicanos).
Además, se han aprobado 14 nuevos polos, con una inversión total prevista de aproximadamente 2,1 millones de euros (unos 40 millones de pesos), y otros 4 están en proceso de evaluación para su futura aprobación.
Estos polos buscan fortalecer la economía local, fomentar la vinculación entre procesos productivos, apoyar a pequeñas y medianas empresas (pymes) y aumentar el contenido nacional en diferentes sectores industriales.
En un contexto histórico, México ha sido un país con una economía en constante transformación, desde la apertura económica en los años 80 hasta las reformas estructurales de los últimos años, que buscan diversificar la matriz productiva y reducir la dependencia de las importaciones.
La estrategia de los Polos para el Bienestar contempla incentivos fiscales y facilidades para atraer inversión. Entre estos beneficios se encuentran la deducción inmediata del 100% en activos fijos nuevos, una deducción adicional del 25% en programas de capacitación y apoyo a la investigación y desarrollo con otra deducción del 25%.
Además, los inversionistas podrán acceder a concesiones de predios federales, estatales y municipales, además de reducciones en impuestos como el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA), especialmente en los polos gestionados por la Secretaría de Marina.
Estos polos están distribuidos estratégicamente en todo el país, incluyendo regiones que han sido históricamente marginadas, para promover un crecimiento equilibrado.
La mayoría de estos proyectos están vinculados a sectores como la agroindustria, la industria aeroespacial, automotriz, electromovilidad, bienes de consumo, farmacéutica, electrónica, energías limpias, metales básicos, papel, plásticos y logística.
Por ejemplo, en el estado de Veracruz, en Tapachula y Chiapas, los polos ya en operación están generando empleos y fortaleciendo cadenas productivas locales.
La visión del gobierno es que estos polos sirvan como motores de desarrollo territorial, acercando las plantas industriales a las comunidades, con servicios de salud, educación y vivienda en sus alrededores.
En el caso de los nuevos polos aprobados, destacan localidades como Seybaplaya en Campeche, Juárez en Chihuahua, Durango, Nezahualcóyotl en el Estado de México, Celaya en Guanajuato, Tula en Hidalgo, y la Ciudad Modelo en Puebla.
La inversión total en estos proyectos supera los 2,5 millones de euros (unos 47 millones de pesos), impulsando sectores estratégicos y generando un impacto positivo en las economías regionales.
Asimismo, los cuatro polos en proceso de evaluación, incluyendo zonas en Yucatán, Guerrero, Coahuila y Sonora, representan una oportunidad para ampliar la presencia de la iniciativa en todo el país.
Se planea que en los próximos años, todos los estados puedan contar con polos que impulsen el desarrollo local, con especial atención en la generación de empleo y la innovación.
Desde su creación en 2018, los Polos para el Bienestar han sido una pieza fundamental en la política económica del actual gobierno, buscando un modelo de crecimiento inclusivo que priorice a las comunidades más vulnerables.
La historia económica de México muestra que las políticas públicas que fomentan la inversión local y el fortalecimiento de las industrias nacionales generan mejores resultados a largo plazo.
El gobierno continúa promoviendo estos proyectos con una visión de largo plazo, convencido de que una economía fuerte y equitativa es la base para el bienestar de toda la nación.
La inversión en estos polos, además de los beneficios fiscales, busca consolidar una economía más sustentable, innovadora y competitiva, alineada con las tendencias globales de energías limpias y tecnología avanzada.