Un grave acto de violencia en Chicago involucra a una madre de 26 años que apuñaló a su hijo tras una discusión por el desorden en su hogar. El niño sufrió heridas severas y la mujer enfrenta cargos por agresión agravada.
Un incidente sumamente grave y alarmante tuvo lugar en la ciudad de Chicago, Estados Unidos, que ha puesto en evidencia la problemática de la violencia familiar en la región.
A principios de la semana pasada, una mujer de 26 años fue acusada de apuñalar a su hijo de solo 7 años, en un acto que ha generado gran repercusión en los medios y la comunidad local.
La acusada, identificada como Llovana Torres, compareció ante las autoridades tras el ataque ocurrido el sábado 17 de mayo, enfrentando cargos por agresión agravada a un menor de 13 años.
Según la información proporcionada por la policía de Chicago, el incidente ocurrió en la mañana del sábado, cuando Torres se encontraba en su vivienda.
Tras despertar, la mujer encontró la casa en completo desorden, lo que según sus declaraciones, fue la causa de su molestia. En un arranque de ira, la madre comenzó a gritar y a intentar golpear a su hijo, quien al percatarse de la situación intentó escapar del lugar. Sin embargo, en un momento de rabia descontrolada, Torres tomó un cuchillo y lo apuñaló varias veces, hasta que el niño empezó a quejarse de dolor.
El niño sufrió heridas graves, incluyendo una rotura de diafragma y una herida cortopunzante en la pierna izquierda. La abuela del menor, que reside en el mismo edificio, fue quien sugirió llevarlo a un centro de salud para recibir atención médica. La víctima fue atendida de inmediato y actualmente se encuentra en recuperación, aunque las heridas podrían dejar secuelas permanentes. La noticia ha conmocionado a la comunidad de Chicago, donde casos de violencia infantil y familiar han aumentado en los últimos años, reflejando una problemática social que requiere atención urgente.
Llovana Torres, por su parte, tiene antecedentes de conductas violentas. En 2017, fue acusada de agredir a su propia madre, a quien golpeó en la cara tras una discusión por dinero. Además, en 2019, fue involucrada en un incidente similar con su hermanastra, en el que también se vio implicada en actos de violencia. La mujer aseguró que el ataque contra su hijo fue un accidente, pero las autoridades consideran que la evidencia presentada indica una situación de violencia premeditada.
Este caso ha reabierto el debate sobre la protección infantil y la prevención de la violencia familiar en Estados Unidos. Expertos en salud mental y derechos infantiles llaman a reforzar los programas de apoyo a familias en crisis y a promover políticas que ayuden a detectar y prevenir estos hechos antes de que sucedan tragedias como la ocurrida en Chicago.
En euros, el costo estimado de atención médica y procedimientos legales relacionados con este caso supera los 4.500 euros, reflejando los gastos que enfrentan los sistemas de salud y justicia en incidentes de esta naturaleza. La comunidad espera que acciones concretas puedan evitar que situaciones similares vuelvan a repetirse y se proteja la integridad de los menores en situaciones de riesgo.