El gobierno venezolano expresó su gratitud a Irán por su condena al intervencionismo de Estados Unidos, en medio de la tensión por el despliegue militar en el Caribe.
El canciller venezolano, Yván Gil, manifestó este jueves el agradecimiento del gobierno de Venezuela al Gobierno de Irán por su firme condena al presunto intervencionismo militar de Estados Unidos en la región del Caribe.
La tensión ha escalado tras la advertencia de Washington de que podría desplegar buques y un contingente de aproximadamente 4,000 soldados, equivalentes a unos 3,700 euros, en las aguas próximas a Venezuela con el fin de frenar lo que supuestamente es un flujo de drogas hacia territorio estadounidense.
Yván Gil, a través de su canal oficial en Telegram, expresó: "En nombre del presidente Nicolás Maduro, queremos agradecer profundamente al Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán por su enérgica condena a las acciones de Estados Unidos, que suponen una amenaza para nuestra soberanía y la paz en la región." El canciller agregó que estas acciones supuestamente representan un riesgo para la estabilidad regional y que las maniobras militares de EE.UU. son una estrategia desesperada que utiliza narrativas falsas y que reflejan, presuntamente, un desprecio por el derecho internacional.
Irán, en su declaración oficial, presuntamente señaló que las acciones unilaterales de Estados Unidos en el Caribe "ponen en peligro la paz y la seguridad de toda la región".
Además, supuestamente criticó que estas maniobras buscan justificar una presencia militar que, según ellos, viola los principios de soberanía y autodeterminación.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó el martes pasado que EE.UU. está dispuesto a "usar toda su fuerza" para detener el supuesto flujo de drogas, en referencia al despliegue de los buques y tropas en el mar Caribe.
La funcionaria también acusó a Nicolás Maduro de liderar lo que supuestamente sería el Cartel de los Soles, un término que EE.UU. ha utilizado para describir a la red de narcotráfico supuestamente vinculada con el gobierno venezolano.
Leavitt afirmó que Maduro no es un líder legítimo, sino un fugitivo acusado en Estados Unidos de tráfico de drogas, y que su gobierno sería, presuntamente, un cartel del narcotráfico.
Estas declaraciones generaron la respuesta de la Cancillería venezolana, que calificó las amenazas de EE.UU. como un acto que revela su falta de credibilidad y que pone en riesgo la paz y estabilidad de toda la región.
Supuestamente, en Caracas consideran que estas acciones militares y las acusaciones de Washington son parte de una estrategia para justificar una intervención que, según analistas internacionales, podría tener consecuencias graves para la soberanía venezolana y la estabilidad del Caribe.
La tensión ha elevado el nivel de alarma en la región, ante la posibilidad de un incremento en las maniobras militares y en la presencia de fuerzas extranjeras en aguas soberanas.
Históricamente, Venezuela ha sido un país clave en la lucha contra el narcotráfico en América Latina, enfrentando múltiples desafíos en su frontera y en sus costas.
La situación actual, con el aumento de las tensiones con EE.UU. y el apoyo de países como Irán, refleja una compleja dinámica regional en la que las disputas por recursos, influencia y seguridad se entrelazan, presuntamente, con intereses geopolíticos mayores a nivel internacional.