Un juego interactivo basado en vocabulario venezolano se ha convertido en una herramienta que fortalece los lazos familiares y culturales entre los migrantes y sus seres queridos en Venezuela, alcanzando más de cuatro millones de descargas en todo el mundo.

Un particular fenómeno social ha surgido en torno a un innovador juego digital que recopila y pone en valor las expresiones y palabras propias de diversas regiones de Venezuela.

Se trata de Venezolario, una aplicación que ha logrado captar la atención de más de cuatro millones de usuarios en diferentes países, principalmente en comunidades venezolanas en el exterior.

Según supuestamente comentó su creador, Ronald Kanzler, este juego ha resultado ser mucho más que un simple pasatiempo, pues se ha convertido en un puente que une a las familias separadas por la migración y en un medio para mantener viva la identidad cultural del país.

Venezolario, lanzado en julio del año pasado, consiste en adivinar palabras y expresiones regionales venezolanas a partir de pistas, permitiendo a los usuarios aprender y compartir vocabulario que muchas veces se había ido perdiendo con el tiempo.

Kanzler, un joven programador y artista venezolano de 37 años, afirmó que el juego ha sido una forma efectiva de que las generaciones más jóvenes se reconecten con sus raíces, además de facilitar conversaciones sobre la cultura y las tradiciones del país que, en algunos casos, ya no se viven en la cotidianeidad.

La idea de crear el juego surgió desde su experiencia personal, ya que desde 2019 reside en España, donde emigró en busca de mejores oportunidades y para proteger la salud de su hijo, quien fue diagnosticado con diabetes tipo I desde muy pequeño.

La escasez de insulina y las continuas fallas en el suministro eléctrico en Venezuela complicaron mucho la vida de su familia, motivándolo a buscar un futuro fuera del país.

Sin embargo, a pesar de su residencia en el extranjero, Kanzler supuestamente mantenía vivo el vínculo con su tierra a través de la nostalgia y el interés por preservar su cultura.

Hasta la fecha, más de 6,8 millones de venezolanos han emigrado en busca de mejores condiciones, según datos de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes, coliderada por la ONU.

La cifra oficial del chavismo, que reduce la migración a unos 2,5 millones, atribuye la salida de los venezolanos a las sanciones impuestas por Estados Unidos, un argumento que la oposición, liderada por figuras como María Corina Machado, rechaza, asegurando que la crisis económica y social del país ha sido la principal causa.

El caso de Kanzler es un ejemplo de cómo la diáspora ha encontrado nuevas formas de mantenerse conectada con sus raíces culturales. Él y su hermana Katty, creadora de contenido en redes sociales, desarrollaron el juego sin financiamiento externo, dedicando sus horas libres a diseñar y perfeccionar la plataforma, que actualmente incluye más de mil palabras y expresiones regionales.

Ambos crecieron en la comunidad de la Colonia Tovar, en el estado Aragua, un enclave con fuerte influencia alemana, que supuestamente les aportó una visión multicultural y enriquecedora.

El éxito de Venezolario ha llevado a Kanzler a recibir propuestas para adaptar el concepto en otros países con comunidades migrantes similares. Después de renunciar a su trabajo en el sector tecnológico, ahora se dedica en exclusiva a expandir y perfeccionar este proyecto que, según él, ha superado sus expectativas y ha demostrado ser una herramienta valiosa para fortalecer la identidad cultural y familiar en tiempos de migración masiva.

En definitiva, Venezolario no solo es un juego, sino un fenómeno que refleja cómo las nuevas tecnologías pueden servir para mantener vivas las tradiciones y los recuerdos, aun en medio de la distancia y los desafíos que enfrentan las comunidades venezolanas en el extranjero.

A través de esta iniciativa, se ha demostrado que la cultura puede ser un elemento de unión, resiliencia y esperanza para quienes han tenido que dejar su tierra en busca de un futuro mejor.