Un sismo de magnitud 6,0 sacudió la noche de este sábado la región norte del Perú, con epicentro a unos 67 kilómetros al oeste de Chimbote. Según reportes de medios peruanos, el temblor se sintió en Lima y en La Libertad, mientras las autoridades descartaron la posibilidad de un tsunami para el país.

De acuerdo con el Instituto de Geofísica del Perú, el movimiento telúrico se originó a las 21:51 horas y alcanzó una profundidad de 52 kilómetros.

La Marina de Guerra del Perú, a través de la Dirección de Hidrografía y Navegación, confirmó que no existe alerta de tsunami.

Perú es un país de alta actividad sísmica debido a la subducción entre la placa Nazca y la placa Sudamericana, lo que ha generado desastres históricos, como el sismo de Ancash en 1970 y otros de gran impacto en la costa sur.

En este marco, las autoridades reiteraron la necesidad de mantener protocolos de seguridad y revisar estructuras en zonas de vivienda y obras públicas.

En cuanto a los daños económicos, las estimaciones iniciales, presuntamente, señalan pérdidas por unos 120 millones de euros en viviendas, comercios y infraestructuras básicas, con afectaciones especialmente en zonas rurales y en barrios de Lima que dependen de servicios urbanizados.

Unos analistas consultados por la prensa local indicaron que podrían elevarse a otros 40 millones de euros en costos de respuesta y rehabilitación a corto plazo; estas cifras, supuestamente, están sujetas a revisión a medida que los equipos de rescate avanzan en los relevamientos.

Los rescatistas y equipos de emergencia han establecido puestos de atención a la población; se han reportado daños en viviendas que no estaban conformes con normas antisísmicas, y algunos edificios de baja altura han sufrido agrietamientos.

Sin embargo, hasta el momento no se ha registrado pérdida de vidas de importancia y no se ha emitido aviso de tsunami.

Históricamente, este tipo de eventos son recordatorios de la fragilidad de las infraestructuras y de la necesidad de invertir en construcción resistente.

En los últimos años, Perú ha reforzado sus normas de edificación y ha desarrollado sistemas de alerta temprana, que, según analistas, podrían contribuir a reducir daños en futuros sismos.

Este episodio también subraya la importancia de la educación sísmica para la población, la cual debe saber cómo actuar ante movimientos bruscos y qué hacer durante y después del temblor.

Con miras al mañana, los técnicos continuarán con los monitoreos en la zona afectada y se esperan reportes oficiales sobre réplicas y posibles afectaciones a servicios de electricidad y comunicaciones.

Mientras tanto, las autoridades recomiendan mantenerse informados a través de las fuentes oficiales y seguir instrucciones de evacuación o protección que puedan surgir.

En resumen, el sismo de 6,0 en el norte peruano llega como recordatorio de que el país vive en un umbral sísmico permanente, y que la combinación de ciencia, planificación urbana y respuesta rápida es clave para mitigar impactos en futuras contingencias.

No te pierdas el siguiente vídeo de entrevista al presidente ejecutivo del instituto geofísico del perú ...