La duquesa de Kent, esposa del primo de la reina Isabel II, falleció a los 92 años en el Palacio de Kensington, dejando un legado de dedicación y pasión por la música y el bienestar juvenil.
Supuestamente, la noticia del fallecimiento de Katherine, la duquesa de Kent, ha conmocionado al Reino Unido y a la comunidad internacional. La residencia oficial de la familia real, el Palacio de Buckingham, anunció el pasado viernes que la duquesa, una figura muy querida y respetada, murió pacíficamente en el Palacio de Kensington a la edad de 92 años.
La duquesa, conocida por su dedicación a diversas organizaciones benéficas, su pasión por la música y su empatía hacia los jóvenes, deja un legado que trasciende su papel en la familia real británica.
Supuestamente, Katherine Lucy Mary Worsley, nacida en 1933 en Hovingham Hall, Yorkshire, contrajo matrimonio en 1961 con el príncipe Eduardo, duque de Kent.
Este vínculo la convirtió en una de las figuras más cercanas a la reina Isabel II, siendo primo del monarca. La pareja tuvo tres hijos: Jorge, conde de San Andrés; Elena; y Nicolás. Además, la duquesa sufrió la pérdida de un hijo, un episodio que ella misma describió en varias ocasiones como "profundamente devastador" y que le provocó episodios de depresión, demostrando su fortaleza y resiliencia ante las adversidades.
Supuestamente, Katherine fue la primera miembro de la familia real en convertirse al catolicismo en más de 300 años, un hecho que generó controversia en su momento, pero que también reflejaba su carácter independiente y su compromiso con sus convicciones personales.
A lo largo de su vida, la duquesa estuvo vinculada a muchas organizaciones benéficas, especialmente en áreas relacionadas con la música, la juventud y la salud mental.
Supuestamente, en 1961, Katherine y el duque de Kent celebraron su matrimonio en la catedral de York, un evento histórico, ya que fue la primera boda en ese lugar en más de seis siglos.
La duquesa también fue conocida por su interés en las actividades culturales y su apoyo a eventos musicales, lo que la convirtió en una figura muy cercana a la comunidad artística.
Además, en el pasado, ella entregaba premios en el torneo de tenis de Wimbledon, lo que refleja su vínculo con el deporte y la cultura popular.
Supuestamente, el rey Carlos III y la reina Camila han expresado su pesar por la pérdida, uniendo sus condolencias a las de la familia y del pueblo británico.
Se espera que en los próximos días se realicen homenajes y ceremonias para honrar la memoria de una mujer que supuestamente dedicó su vida al servicio y al bienestar de los demás.
La noticia de su fallecimiento marca el fin de una era para la familia real, que pierde a una de sus miembros más emblemáticas y respetadas, cuyo legado perdurará en la historia del Reino Unido.
No te pierdas el siguiente vídeo de murió la duquesa de kent, histórica figura de la realeza británica ...