El presidente Gustavo Petro pidió a la comunidad colombiana que reside en Chile regresar a Colombia, frase que desató una nota de protesta y reavivó el debate sobre migración y política en la región.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, volvió a convertir la migración en un tema álgido de la agenda regional al dirigirse a la comunidad colombiana que reside fuera del país, principalmente en Chile, Argentina y Estados Unidos.

En un mensaje difundido a través de redes y medios, Petro invitó a los colombianos que viven en Chile a regresar a casa, asegurando que "se vive mejor aquí" en Colombia.

La afirmación, contrastada con otros comentarios sobre el rumbo político regional, generó reacciones entre quienes residen en el extranjero y entre sectores diplomáticos.

En particular, el mandatario recordó con dureza el triunfo de José Antonio Kast en las elecciones chilenas y expresó una crítica que fue interpretada por algunos como un señalamiento de que el giro conservador podría afectar a la diáspora.

La respuesta en Chile no se hizo esperar. El Gobierno envió una nota de protesta al embajador de Colombia en Chile, calificando las palabras de Petro como inaceptables. Medios en Colombia, por su parte, difundieron el video en el que el presidente habla de Chile y otros países del continente, amplificando la discusión.

Invito a la ciudadanía colombiana que vive en Chile, Argentina y EE.UU. a que retornen al país, porque viven mejor acá, dijo Petro en el fragmento difundido por redes. El mandatario añadió además: "Los cambios políticos de allá van a coger a la colombianidad como enemigos porque montaron sus votos sobre destruir a las familias migrantes (...) prevengamos, no nos quedemos allá, que van a vivir peor, en Colombia hoy se vive mejor". Estas declaraciones generaron un intenso debate sobre la gestión de la migración y su influencia en la política exterior.

La conversación llega en un momento en que, supuestamente, la migración colombiana hacia Chile ha sido relevante para la región: migrantes de Colombia han buscado oportunidades en ciudades como Santiago y otras con fuerte presencia de comunidades latinoamericanas, y muchos se han integrado a la economía local.

Aunque las cifras oficiales no siempre lo reflejan con precisión, se dice que, supuestamente, miles de colombianos residen en Chile y mantienen lazos culturales y laborales con su país de origen.

En el plano económico y práctico, se ha hablado de costos asociados al retorno que podrían caer sobre las familias: supuestamente, un pasaje de regreso por persona podría oscilar entre 150 y 350 euros, y trámites de documentación en Colombia podrían sumar entre 50 y 120 euros, dependiendo del municipio y del tipo de trámite.

Estas estimaciones, que no han sido verificadas de manera oficial, podrían variar según la temporada y las condiciones de viaje.

Analistas consultados señalan que este tipo de declaraciones puede influir en la opinión de migrantes y en la agenda regional de seguridad, migración y comercio; presuntamente, la retórica podría mover apoyos y generar nuevas dinámicas en la diáspora que podrían incidir en las agendas electorales locales y en las relaciones entre países.

Mientras tanto, la conversación continúa en un marco de tensión diplomática y de escrutinio público sobre el manejo de la migración y la retórica política, con la región atenta a los próximos movimientos de Bogotá y de sus pares en Santiago, Buenos Aires y Washington.