El presidente ruso Vladimir Putin aseguró en una llamada con Donald Trump que Moscú mantendrá su postura en Ucrania, ignorando los llamados a un cese de hostilidades. La conversación también abordó temas relacionados con Siria, Irán y la situación humanitaria en la región.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sostuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la que le comunicó que Moscú no se apartará de sus metas en Ucrania, a pesar de las reiteradas solicitudes de Washington y otros países para que se detengan las hostilidades.

La charla, que duró aproximadamente una hora, fue la sexta que ambos líderes mantuvieron en lo que va del año y refleja la persistente tensión en la escena internacional.

Según informó el Kremlin, el asesor presidencial ruso en política internacional, Yuri Ushakov, destacó en una rueda de prensa que Putin dejó claro que Rusia continuará con sus esfuerzos para eliminar las causas subyacentes del conflicto ucraniano, las cuales, supuestamente, originaron la confrontación actual.

Ushakov también mencionó que el mandatario ruso expresó que Moscú busca una solución política y negociada, aunque no se discutió en esta ocasión la realización de una tercera ronda de negociaciones entre Moscú y Kiev.

Por su parte, Donald Trump planteó de nuevo la posibilidad de un pronto cese de las hostilidades, una petición que, según Ushakov, fue presentada en varias ocasiones durante la llamada.

La conversación también abordó temas relacionados con el programa nuclear de Irán y la situación en Siria, donde ambas naciones mantienen intereses y posturas que, presuntamente, siguen siendo complicadas.

Durante el diálogo, Putin informó a Trump sobre el cumplimiento de ciertas medidas humanitarias acordadas en negociaciones previas en Estambul, y aseguró que Rusia está dispuesta a seguir dialogando con Ucrania para buscar una salida pacífica al conflicto.

Sin embargo, supuestamente no se tocaron temas relacionados con la suspensión de la entrega de armas estadounidenses a Ucrania, decisión que Washington anunció recientemente.

Ushakov afirmó que ese asunto no fue mencionado en esta ocasión.

Además, se supo que Putin y Trump no discutieron la posibilidad de una cumbre futura, lo que indica que las relaciones diplomáticas entre ambos países continúan siendo complejas y llenas de matices.

La postura de Moscú refleja su intención de mantener su estrategia en Ucrania, que, según algunos analistas, ha sido respaldada por una serie de decisiones políticas y militares que datan de hace varias décadas, cuando Rusia buscaba consolidar su influencia en la región.

En el contexto histórico, Rusia ha tenido una presencia significativa en Ucrania desde la anexión de Crimea en 2014 y ha mantenido una postura firme en su apoyo a las regiones separatistas del este del país.

La comunidad internacional, en cambio, ha presionado en múltiples ocasiones para que Moscú reduzca su influencia y respete la soberanía ucraniana. Sin embargo, el Kremlin, en supuesta defensa de sus intereses estratégicos, ha señalado que sus acciones son en respuesta a lo que considera amenazas a su seguridad.

Supuestamente, las tensiones en la región continúan siendo una de las principales preocupaciones de la comunidad internacional, que busca una solución duradera y pacífica, aunque las diferencias entre las partes parecen aún lejos de resolverse.

La situación en Ucrania y las declaraciones de Putin y Trump reflejan un escenario en el que, a pesar de los esfuerzos diplomáticos, las posturas parecen mantenerse firmes, haciendo prever que el conflicto podría prolongarse en el tiempo.