El recién elegido Papa León XIV sorprendió a los fieles al acudir en privado a rezar ante la tumba del Papa Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor, en una visita que ha conmovido a la comunidad católica. La ceremonia tuvo lugar poco después de su salida del santuario de la Virgen del Buen Consejo en Genazzano, en una jornada marcada por la solemnidad y el respeto.
El Papa León XIV realizó este sábado 10 de mayo una visita privada y sorpresiva a la tumba del Papa Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
Esta acción marca un momento histórico, ya que fue su primera salida oficial desde su elección en un cónclave que concluyó tras dos días de deliberaciones.
La presencia del pontífice en la basílica generó alegría y emoción entre los asistentes, quienes lo recibieron con aplausos y vítores de 'Viva el papa'.
La visita se produce en un momento en el que el Papa León XIV parece buscar consolidar su liderazgo y mostrar respeto por el legado de su predecesor, fallecido el pasado 21 de abril a la edad de 88 años.
La tumba de Francisco, ubicada en la cripta de la basílica, se ha convertido en un símbolo de unión y continuidad dentro de la Iglesia Católica. La presencia del nuevo pontífice en ese lugar refleja su cercanía y reverencia hacia Francisco, quien dejó una huella profunda en la comunidad global.
Según informes de medios locales, el Papa León XIV se arrodilló y rezó en silencio ante la tumba, en un acto que fue visto como un signo de humildad y devoción.
La ceremonia, que duró unos minutos, fue acompañada por la admiración de los fieles que estaban presentes en el templo. La visita privada también incluyó momentos de reflexión y oración personal, en línea con la tradición papal de buscar la guía divina en tiempos de cambio.
Esta visita se enmarca en un contexto histórico y religioso que va más allá del acto en sí. La Iglesia Católica ha atravesado por múltiples cambios a lo largo de los siglos, y la elección de un nuevo papa siempre genera expectativas sobre el rumbo que tomará la institución.
La figura del Papa Francisco, cuya influencia ha sido notable desde su pontificado en 2013, dejó un fuerte legado en temas de pobreza, migración y diálogo interreligioso.
El valor económico de esta visita, considerando el coste de transporte, organización y otros gastos asociados, podría estimarse en unos 300 euros aproximadamente, una cifra que refleja el esfuerzo logístico y la importancia simbólica del acto.
A pesar de la sencillez de la visita, su impacto mediático y espiritual ha sido profundo, reforzando la conexión entre el pontífice y los fieles en un momento de transición.
Desde su elección, el Papa León XIV ha reiterado su compromiso con la continuidad de la doctrina y el cuidado de los más vulnerables, siguiendo la 'valiosa herencia' dejada por Francisco.
En su discurso a los cardenales, el nuevo pontífice destacó la importancia del diálogo valiente y el amor hacia los débiles, valores que parecen guiar su pontificado y que ya comienzan a marcar su gestión con gestos simbólicos como esta visita a la tumba de su predecesor.
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